Este tipo de desinfección es simplemente más tecnificado y ataca las áreas donde los desinfectantes clásicos no pueden
Hace años que autoridades,
veterinarios y técnicos de la industria proponen ciertas prácticas de manejo de
producción y de control de contaminación internas y externas. Y también hace
tiempo que los productores avícolas han integrado prácticas y protocolos de
bioseguridad con el fin de favorecer un crecimiento sostenible de la producción
de pollo. Dadas las características genéticas del pollo, nuestra industria es
la que invierte más dinero en bioseguridad, sanidad animal e inocuidad
alimentaria.
Asegurar al consumidor final la
inocuidad alimentaria de la carne de pollo implica, entre varias cosas, un buen
manejo de los protocolos de limpieza y desinfección en toda la cadena de
producción avícola. De Latinoamérica a Europa, pasando por Asia, el buen manejo
de la higiene y la bioseguridad en la producción avícola son muy similares. De
hecho, la mayoría de los productores utilizan productos líquidos, a menudo
residuales y tóxicos, para cualquier etapa de la cadena de producción. ¿Y cómo
aseguran que la cama o las superficies de los silos quedan inocuas y que no van
a favorecer el desarrollo microbiológico?
A lo largo de los años, hay actores
de la industria avícola que han empezado a utilizar nuevos métodos de control
de microrganismos, tales como desinfectantes secos que nos llegan de la
industria alimentaria, usados principalmente en quesería y embutidos. El
objetivo de este tipo de desinfección por vía seca es de complementar los
protocolos actuales de desinfección y de llegar a las partes donde todavía la
industria no tenía una solución eficaz.
Difusión de un desinfectante seco
Los desinfectantes secos actúan
por difusión de humo en el ambiente de una sala cerrada. El principio consiste
de cuatro etapas: emisión, dispersión, expansión y sedimentación (véase la
figura 1) para una duración de tratamiento promedio de 8 horas. La
ultradifusión del principio activo por el humo tiene dos papeles: llegar a
todos los rincones de la sala y tener poder desinfectante tanto sobre las
superficies, como en el ambiente.
Gracias a su tecnología inocua y
segura, que se diferencia de la pirotecnia, el humo generado por la
ultradifusión del polvo es homogéneo, denso y totalmente seco.
Varios responsables técnicos de
plantas de incubación y de granjas hacen notar que es la única tecnología que
permite una difusión homogénea de un principio activo, debido a las propiedades
del polvo y al proceso automático, que no involucra la calidad del trabajo del
operador. A menudo se olvida que la eficacia de un producto en el terreno
depende en primer lugar de la calidad de su difusión que se haga por humo, por
aspersión o por termonebulización. Si la difusión es heterogénea ¿cómo poner la
dosis adecuada para conseguir un tratamiento óptimo de una sala? En este caso,
el uso de la dosis recomendada aumenta el riesgo de dejar el desarrollo de
microrganismos en algunos rincones. La sobredosificación aumenta el riesgo de
tener residuos químicos que pudieran afectar al resto de la cadena de
producción. El uso de una tecnología como la de los desinfectantes secos
asegura una difusión homogénea y ayuda a sanitizar toda una sala con la dosis
mínima.
El papel de nuestra industria hoy
en día es ofrecer el pollo de mejor calidad con el menor impacto ambiental y
social. La gestión de costo es una problemática mayor en la avicultura de
nuestros días. El uso de la buena tecnología para desinfección permite
optimizar esta gestión de costos. De hecho, estos desinfectantes secos aseguran
que el principio activo llegue a toda la sala y que los resultados sean
continuos.
Beneficios de la desinfección seca
Un gran beneficio de los desinfectantes
secos es que el humo no aporta humedad a las superficies y al ambiente,
característica muy importante para desinfección de silos o de cama. Además, el
humo seco reduce el riesgo de que se desarrolle hongos en un ambiente húmedo. Los
informes de distintos usuarios, dicen que la autonomía del tratamiento resulta
ser un beneficio importante. La regularidad de la eficacia del tratamiento no depende
ni de la calidad de trabajo del operador, ni de cualquier mezcla. “Solo se
prende la mecha y se deja el tratamiento actuar una noche” cuenta un
veterinario.
El uso de humo seco generado por
ultradifusión en la planta de incubación, por ejemplo, constituye también una
alternativa al formaldehído muy eficaz, según Zeno Bernardi, ex veterinario de una
de las principales avícolas italianas. De hecho, contrariamente a la mezcla de
permanganato-formaldehído usada en plantas de incubación sobre las cáscaras de
los huevos, los desinfectantes secos no son tóxicos ni irritantes para el
embrión y el pollito recién nacido, y no debilita su desarrollo. Después de la
no aprobación del uso de formaldehído por la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) de EUA y por la Unión Europea, varios estudios muestran el
impacto negativo del uso de este compuesto en plantas de incubación sobre el
crecimiento de las aves que han salido en la prensa especializada.
En producción avícola, los
desinfectantes secos representan una alternativa al uso de formaldehído, el
cual es peligroso y cancerígeno para los operadores y según distintos estudios,
afecta el crecimiento del pollito. Varios veterinarios e integrados europeos ya
han prohibido el uso de gas de formaldehído en la planta de incubación y lo han
reemplazado por el humo de los desinfectantes secos.
Uso en toda la producción avícola
A nivel mundial, la desinfección
de la cáscara del huevo incubable es uno de los usos más frecuentes de los
desinfectantes secos en producción avícola. Es un método simple para asegurar
una desinfección que sea inocua para el desarrollo del embrión y el nacimiento
del pollito. Al favorecer el control de patógenos con desinfección seca sobre
la cáscara del huevo antes de la incubación y de la eclosión del pollito se
permite conseguir una reducción significativa de pollitos enfermos y muertos
después del nacimiento, según varios comentarios de veterinarios de la
industria. De hecho el pollito recién nacido tiene menos riesgo de desarrollar
cualquier tipo de enfermedad vinculada al contacto de la piel con la cáscara.
En la sala de pollitos de la
planta de incubación, el aseguramiento de la producción de pollitos pasa por un
control del ambiente, además de la etapa de vacunación y de todas las etapas de
higiene del personal y del material. El humo de los desinfectantes secos logra
un control óptimo del ambiente para la inocuidad de los pollitos en las salas
de vacunación, de transferencia, de clasificación y de almacenamiento.
En granjas avícolas los desinfectantes
secos son la única solución para controlar el riesgo de contaminación
bacteriana y fúngica por el contacto del ave con la cama, debido a que gracias
a su tecnología no aportan humedad a la cama.
En Europa y en el Medio Oriente,
donde la producción de pollo de engorde se hace en galpones con ambiente
controlado, los avicultores utilizan desinfectantes secos como segunda
desinfección, o desinfección terminal, durante el vacío sanitario para tratar
la cama, alta fuente de desarrollo de salmonela. En este caso se utilizan
desinfectantes secos que tienen un principio activo no residual, como el ácido glicérico.
Uso en plantas de alimentos balanceados
Igualmente para el control del
riesgo de micotoxinas y de desarrollo de hongos como el Aspergillus sobre las
superficies de los silos de alimentos o de almacenamiento, los desinfectantes
secos quedan como la única y mejor solución. Un técnico de producción avícola
de unos de los líderes europeos recuerda que con un buen control del riesgo
fúngico en los silos se puede ahorrar un 10-15 por ciento de pérdidas de grano.
La contaminación del alimento es un grave problema que afecta a los
avicultores. La prevención de los contaminantes que entran en la producción de
alimentos pasa por una mejor práctica de los fabricantes de alimentos y por un control
de los almacenes, como de los silos de alimentos.
Control del nivel de contaminación
Lo importante con los
desinfectantes secos, como lo señalan los técnicos y veterinarios que trabajan
con esta tecnología, es la regularidad del tratamiento. Se hace una segunda
desinfección al final de cada parvada, después de la primera desinfección líquida
y del ingreso de la cama. “Con estos desinfectantes con una tecnología de
ultradifusión estamos en una idea de control del nivel de contaminación
bacteriana y fúngica”, señala un veterinario del integrado líder en Francia y uno
de los actores mayores de la avicultura en Europa. “Es la combinación de una
limpieza y una desinfección óptimas y regulares lo que da los resultados
deseados”. Estos últimos años hemos entendido que sobredesinfectar no sirve
para la inocuidad alimentaria de la producción, no sólo porque no mejora los
resultados, sino porque aumenta el riesgo de residuos en la carne, tiene
impacto sobre el medio ambiente y favorece el desarrollo de bacterias en un
ambiente sobre tratado. “El objetivo es llegar a un equilibrio microbiológico
para que la flora banal controle la flora patógena y que pongamos los menos
químicos posibles”, explica un microbiólogo mexicano vinculado con la industria
avícola. Algunos desinfectantes secos logran establecer estas nuevas prácticas
más verdes y más responsables.
Ganancias productivas y económicas
Los desinfectantes secos mejoran
la rentabilidad de la producción de manera general, ya que el humo generado por
ultradifusión llega donde otras tecnologías no pueden. Además, se puede
desinfectar de manera eficaz los silos de grano, la cáscara de los huevos y la
cama de los galpones de aves, sin aportar humedad y afectar la producción.
Las ganancias indirectas no son
pocas tampoco. De hecho el uso de “fumígenos” ayuda al usuario a ahorrar agua y
costo de mano de obra. Los tratamientos son autónomos, listos para usarse y no
requieren una vigilancia particular del operador. “Según la aplicación, con una
buena limpieza y un uso regular de estos desinfectantes, tenemos clientes que
ahorran suficiente dinero para invertirlo en otros proyectos para el desarrollo
de su actividad” dice un laboratorio chileno.
El humo de los desinfectantes
secos tiene un impacto esencial sobre la reducción de la contaminación de aves
y la reducción de animales enfermos y muertos en toda la cadena de producción
avícola, porque este tipo de desinfección es simplemente más tecnificado y
ataca las áreas donde los desinfectantes clásicos no pueden. Hay que tener
cuidado: el producto milagro no existe. Es la combinación de buenas prácticas
de manejo, de instalaciones adaptadas a la producción y de un protocolo
adecuado de limpieza y desinfección lo que permite lograr la inocuidad
alimentaria en la producción avícola.