20 de abril de 2011Investigadores holandeses han desarrollado un nuevo método de análisis que permite diferenciar un huevo normal de aquel que se produce dentro de las reglas la producción orgánica.
Un engaño es la producción de huevo bajo condiciones normales y luego comercializado como si éste fuera un producto orgánico. Lo cual se ha detectado a gran escala en el mercado británico, podría estar llegando a su fin. Con la utilización de técnicas analíticas que permitan evaluar el contenido de caroteno del huevos, investigadores del Instituto de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Wageningen, en Holanda, RIKILT, han desarrollado un método de análisis que según han anunciado permite diferenciar un huevo normal de aquel que se produce dentro de las reglas la producción orgánica.
El método simplemente efectúa la lectura de las “impresiones digitales” de los componentes de la yema. Una vez identificadas las “impresiones” de un huevo caracterizado como orgánico, los resultados se colocan en un banco de datos donde se hace la comparación con los datos relativos a la producción de huevos normales. Esto permite identificar si los componentes del producto analizado están más próximos a un huevo orgánico o a uno huevo común.
Por supuesto, el método se puede aplicar a una amplia gama de alimentos, basta tomar como referencia un componente específico volviéndose clave la impresión digital del producto. En el caso del huevo se adoptó como referencia los carotenoides de la yema para constatar que éstas presentan un número de variaciones suficiente para realizar una distinción clara e indiscutible entre los productos orgánicos y no orgánicos.
La consistencia y credibilidad de los resultados obtenidos han sido confirmados en el campo. En la actualidad, la base de datos de los investigadores de RIKILT contiene información de 75 productores de huevos ecológicos, más de la mitad de los productores de huevos orgánicos de Holanda, y aproximadamente 75 productores de otros tipos de huevos.