La vacunación desempeña un papel crucial en el combate al riesgo de enfermedades en la producción avícola, además de que es algo clave que debe realizarse correctamente.
Es importante seleccionar la vacuna adecuada para proteger a las aves contra enfermedades, pero dicha vacuna por sí sola no va a ser suficiente para conferir protección completa: es vital garantizar que se aplique correctamente.
La inversión en la vacunación es un compromiso financiero importante, no obstante, muchas compañías invalidan los beneficios de esta inversión por la administración incorrecta.
Sin embargo, de seguirse los procedimientos correctos, se puede garantizar que se vaya a maximizar la recuperación de la inversión.
Vacunas en aerosol
La vacunación por aspersión o en aerosol se utiliza de forma rutinaria en las incubadoras, además de que se considera que es un proceso bastante sencillo. Sin embargo, en un número de casos cada vez mayor, la falta de atención a los detalles está dando como resultado una mala vacunación accidental.
Hay una serie de factores que determinan la calidad de la vacunación, tales como la capacidad de la vacuna para proteger de la enfermedad, es decir su inmunogenia, así como la manera de almacenarse y mezclarse.
El equipo utilizado para administrar la vacuna, la dosificación y la habilidad del personal que la administra, son también factores clave que garantizan la calidad y constancia de la aplicación.
Las vacunas en aerosol por lo general se administran mediante un aspersor en una banda transportadora o en uno independiente. Sin distinción de qué tipo de aspersor se utilice, existen una serie de factores que los encargados de las incubadoras deben tomar en consideración cuando vacunan por aspersión.
Entre ellos se incluyen el tamaño de la gotita, la duración del tiempo de aspersión, la constancia del aerosol, las condiciones de higiene y la capacidad de personal para administrar correctamente las vacunas y para mantener el equipo.
Tamaño de la gotita
El tamaño de la gotita está determinado por el tamaño de la boquilla y por la presión. El tamaño requerido de la gotita va a depender del tipo de vacuna que se administre.
La aspersión fina (50 -80 µl de tamaño de gotita) es mejor para vacunas de refuerzo en la granja, pues la vacuna penetra más en el sistema respiratorio y puede resultar en una reacción posvacunal si se utiliza muy al principio de la vida del pollito.
La aspersión gruesa (120 -150 µl de tamaño de gotita) se utiliza comúnmente en las incubadoras para administrar vacunas respiratorias tales como la de la enfermedad de Newcastle y la de la bronquitis infecciosa en pollitos de engorda de un día de edad.
El tamaño de gotita más grande (<250 µl) se puede necesitar para administrar vacunas que protejan contra la coccidias, debido al tamaño de los oocistos. El objetivo es que los pollitos se traguen la vacuna de la pelusa.
Es muy importante obtener el tamaño correcto de gotita, porque si son muy pequeñas, la vacuna puede resultar en reacciones adversas, y si son muy grandes, existe el riesgo de que no lleguen a todos los pollitos objetivo, con lo que se verá comprometida la protección. Es fundamental controlar la presión del aire de manera continua para garantizar el tamaño correcto de gotitas.
Duración del tiempo de aspersión
Debe también considerarse adecuadamente el tiempo requerido para aplicar la vacuna por aspersión.
El aspersor se calibra para administrar 250 ml de vacuna (por cada 1,000 aves) a una presión establecida, por lo que la duración de la aspersión no debe reducirse y los pollitos deben permanecer en la caja hasta el final del proceso.
Cuando se utiliza un aspersor independiente, el operador debe dejar la caja de pollitos debajo del mismo hasta el final del proceso.
Algunos gabinetes de aspersión, por ejemplo, están equipados con un sistema de retención para mantener la caja en posición hasta el final del proceso de aspersión. Cuando se utilizan aspersores integrados a la caja de transporte, debe ponerse la válvula que sostiene la caja para que la sostenga en su lugar durante el tiempo necesario.
Constancia de la aspersión
La constancia o regularidad de la aspersión también es un factor clave. Todas las boquillas deben asperjar exactamente la misma cantidad de vacuna, además de que deben estar colocadas en forma correcta para garantizar que se cubra por completo la superficie de la caja de pollitos.
El gabinete de aspersión, o la cubierta, debe cumplir por completo la caja de pollitos. Si es demasiado pequeña, va a dar como resultado que los pollitos de las partes laterales no reciban la aspersión, y si es demasiado grande parte de la dosis se va a salir de la caja.
También necesita considerarse la altura de la cubierta y la boquilla, porque si la cubierta está demasiado alta, la vacuna puede salir “volando” debido a la ventilación de aire.
Higiene
La higiene es quizás uno de las consideraciones más importantes para los encargados de las incubadoras, de tal manera que las normas altas de higiene son básicas para el proceso de vacunación por aspersión.
El equipo de vacunación debe usarse solamente para vacunar y debe adoptarse además un estricto proceso de limpieza. El proceso recomendado de limpieza deberá consistir en enjuagar todo el equipo con agua, limpiarlo con al menos 2 litros de detergente, volver a enjuagar con agua y luego llenar el sistema con alcohol isopropílico al 75 por ciento.
Mantenimiento
Es muy importante que el equipo de vacunación por aspersión lo opere solamente personal calificado.
Los operadores deben estar capacitados para mezclar la vacuna, preparar los sistemas y realizar verificaciones constantes de mantenimiento. También, deben conocer por completo cómo configurar el equipo, cómo ajustar el tiempo correcto cuando se sustituyen válvulas y deben fijarse que no haya boquillas rotas o mal colocadas.
Cuando se trata del mantenimiento del equipo de vacunación por aspersión, deben seguirse una serie de medidas recomendadas:
- Sustituirse los tubos al menos una vez al mes, o más frecuentemente si se identifica que hay señales de deterioro, tales como el cambio de color; de encontrarse que un tubo está cerrado o doblado, debe cambiarse de inmediato
- Los operadores deben fijarse que no haya fugas en las uniones
- Las bombas van a requerir de lubricación y servicio continuo, tales como el cambio de las juntas
- Debe prestarse atención al estado de la cubierta de los aspersores; la cubierta de plástico se puede romper con facilidad y como las boquillas generalmente se encuentran situadas ahí, debe cambiarse a la primera señal de daño
Es básico asegurar la constancia de la aplicación de la aspersión para administrar la dosis correcta de vacunas. Las siguientes dos pruebas, que deben realizarse en los aspersores que se preparan con agua, van a ayudar a determinar la constancia de la aspersión:
Prueba 1: Esta prueba va ayudar identificar si alguna de las boquillas está mal alineada en la caja.
Coloque una hoja de papel en el fondo de la caja y haga funcionar el aspersor en forma normal. Debe humedecerse toda la superficie del papel. Si se presentan partes secas, es que la vacuna no llegó a dichas zonas y por lo tanto algunos de los pollitos no la recibieron. Esta prueba debe idealmente realizarse durante la producción mediante la introducción de la caja de prueba en medio de cajas de pollitos. Si se usa el aspersor sobre una banda o faja de transporte, debe verificarse la sincronización de la vacunación durante la prueba.
Prueba 2: Esta prueba permitirá verificar la dosificación.
Con un recipiente graduado de un litro, asperje agua 10 veces y luego verifique el volumen restante. Repita la prueba en cada boquilla. Si se configuran todas las boquillas con la misma cantidad, deberán asperjar de forma constante. Esto significa que la marca de graduación utilizada en una aspersión de prueba debe bajar de forma constante a un nivel divisible exactamente por el número de boquillas, es decir, debe igualar los 250 ml entre el número de boquillas por 10.
Siguientes pasos
A pesar del hecho de que la vacunación por aspersión se utiliza en las plantas incubadoras de todo el mundo, todavía hay muchas compañías que no adoptan incluso las verificaciones más básicas para garantizar la constancia en la vacunación. Para garantizar el beneficio máximo, las plantas incubadoras deben revisar el proceso de vacunación por aspersión, identificar cualquier posible área de mejora y echar a andar algunas, si no es que todas estas recomendaciones.