8 de mayo de 2018
Foto cortesía de Associação Brasileira de Proteína Animal
USAPPEC encuentra que las oportunidades para EUA en México se encuentran en la carne mecánicamente deshuesada para la elaboración de productos formados.
De acuerdo con la información publicada en el boletín MondayLine del USAPEEC, se espera que este año aumente la producción de pollo y huevo de México gracias a los precios atractivos de los granos y soya. Y aunque, no obstante, Brasil aumenta su participación en el mercado en México, hay oportunidades para las importaciones de Estados Unidos en procesamiento ulterior.
La producción de huevo de México va a aumentar a casi 2.8 millones de toneladas y la de carne de pollo, a 3.5 millones de toneladas en 2018. Esto representa un crecimiento del 3 por ciento comparado con el año pasado, dijo Arturo Calderón, el nuevo director general de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), en una presentación reciente en la Universidad de Chapingo, así como en la reunión nacional de la ANECA. Calderón indicó que seis de cada 10 kg de proteína animal consumida en México provienen de las industrias nacionales del pollo y del huevo.
Las importaciones de pollo de Estados Unidos, en especial pierna y muslo, cayeron alrededor del 7 por ciento en volumen comparado con 2017 debido a la recuperación en la producción nacional y al aumento de las importaciones de carne de pollo de Brasil, en particular pechuga deshuesada y congelada, así como alitas. Chile ha mantenido su 2 por ciento de participación en el mercado.
Brasil envía cortes más caros, como el pollo deshuesado y las alitas, mientras que Estados Unidos manda productos de menos valor, como la carne separada mecánicamente y pierna y muslo, comentó José Luis Cruz, director de USAPEEC en México.
De acuerdo con los datos comerciales oficiales, las importaciones de carne de pollo de Brasil, que llegaron a un total de 387 toneladas en 2013, alcanzaron la cantidad de 13,992 toneladas en 2014; 25,942 en 2015; 59,295 en 2016 y finalmente en 2017 las 101,000 toneladas.
Hasta la fecha, Senasica, el organismo gubernamental de sanidad animal y vegetal y de inocuidad e inspección alimentaria, ya aprobó 20 plantas avícolas brasileñas y 11 argentinas para exportar a México.
Solo alrededor de un 4 por ciento de la carne de pollo producida en el país se vende como productos avícolas de alto valor, ya que en México la mayor parte del pollo producido se sigue vendiendo vivo y crudo entero. Así que, hay aún un enorme potencial de usar commodities avícolas de Estados Unidos para procesamiento ulterior, en particular para la carne de aves procesada y reestructurada de bajo costo.
El USAPEEC, con financiamiento de la industria, ha trabajado de cerca con 35 compañías locales de procesamiento de carne mediante actividades de servicio, asistencia técnica personalizada, así como en la coordinación de concursos culinarios y de procesamiento de alimentos. Hasta diciembre del año pasado, se habían lanzado aproximadamente 36 productos de carne de aves de procesamiento ulterior al mercado mexicano.
La continua cooperación e integración de la industria entre Estados Unidos y México podría ayudar a prevenir la implementación de medidas proteccionistas, sin importar quien sea electo el próximo presidente de México.