La velocidad de reacción debe ser un valor empresarial.
En términos generales, la industria de procesamiento avícola se caracteriza por manipular un gran volumen de aves, tornándose critico el manejo a partir de los 3.600 pollos/hora, debido a que el monitoreo en tiempo equivale a un pollo/segundo.
El presente artículo tiene como propósito resaltar que en esta actividad cotidiana; la velocidad de reacción, sí marca la diferencia. Por lo tanto, se debería adoptar una continua actitud centrada en observar y escuchar los mínimos detalles, con el fin de tomar las acciones correctivas con la mayor rapidez posible. A continuación, se consideran las siguientes reflexiones para contribuir a mejorar la productividad de la gestión diaria.
Rito del análisis
A pesar que muchas empresas conocen y priorizan sus oportunidades de mejoramiento, en esta ocasión se considera que la prioridad es la compra de un equipo en particular para solucionar los problemas operativos; como cuellos de botella y de calidad. Éstas no toman la decisión con la prontitud requerida aún cuando disponen de la información necesaria tanto en aspectos técnicos como comerciales, lo más desconcertante es que conocen el alto costo de oportunidad por segundo, generalmente esta situación se presenta en empresas medianas y grandes, da la impresión que no han calculado el costo emotivo que ocasiona una continua dilatación en las medidas, dentro del personal tanto administrativo como operativo que diariamente lidian con esta problemática. Lo cual, produce altos niveles de desmotivación en el personal y afecta significativamente la productividad del proceso.
Actuar rápidamente y bien, es mejor que lento y perfecto
Por todos es conocido que las únicas circunstancias operacionales y administrativas sobre las cuales ejercen control las empresas, son las que se producen dentro de sus propias fronteras. Por lo tanto, por qué es tan difícil actuar rápidamente, siendo que los funcionarios de algunas empresas conocen las soluciones comprobadas, por ejemplo: el cerramiento de la escaldadora, que representa una disminución de un par de grados de la temperatura del agua, reduciendo el consumo de combustible, manteniendo el área blancuzca en la pechuga (prueba inequívoca de un problema de sobre-escaldado), mejoramiento de las condiciones ambientales de esta sección, etc. La explicación que se puede dar a este proceder, la cual es inaceptable, la invasión de un sentimiento de inseguridad cuando se trata de innovar en la planta con estos conceptos ampliamente conocidos en el área de procesamiento actual. Da la impresión que a lo obvio se le tuviera desconfianza, cayendo en la situación anteriormente señalada.
Comúnmente se piensa que esta es una época de cambios. Respetuosamente, se recomienda cambiar la óptica y concluir que éste es un cambio de época, marcado por la innovación, fundamentada en un programa de mejoramiento continuo que es la estructura de la productividad dinámica, parámetro de gestión que identifica este nuevo milenio. Si la velocidad de la comercialización de los pollos es el catalizador del crecimiento de este negocio, por qué no plantear estrategias agresivas para convertir los malos días de ventas en buenos.
Una de las ventajas de este mundo globalizado, es que ha permitido concluir que en líneas generales todos los productos se parecen: televisores, computadores, etc. En consecuencia, las empresas deben hacer uso de la productividad de su talento humano para encontrar aspectos de diferenciación que pueda ofrecer a sus clientes como medio de identificación de sus productos. Aquí se presenta un ejemplo que ayuda a ilustrar mejor la idea: afortunadamente el pollo despresado gradualmente se ha ido posicionando, mejorando la rentabilidad de este negocio.
Sin embargo, la pregunta es la siguiente, si muchos clientes además de comprar el pollo trozado adquieren pollo entero, el cual la mayoría de las veces tienen que cortar en sus casas ¿por qué no se les ofrece pre-cortado como un plus, de forma similar a otros productos existentes en el mercado? Algunos pequeños cortes a manera de guía serían de gran ayuda en esta labor domestica en la que generalmente no se dispone de la infraestructura para hacerlo.
El instinto debe prevalecer
La actividad cotidiana en el sector avícola es semejante a la conducción de un vehículo en una autopista, donde se debe estar concentrado en todo lo que está enfrente, sin olvidar observar periódicamente los retrovisores laterales, para determinar qué tan lejos o cerca vienen los competidores y tomar las acciones respectivas que permitan mantener el liderazgo en la velocidad de crucero.
Para mayor compresión se cita esta experiencia: en la operación de recolección de los pollos, encontrar algunas jaulas sin tapas no es de extrañar, pero que ésta sea la característica de un país, es motivo de sorpresa, preocupación e invitación a una acción correctiva que se traduzca en un elemento de cambio de este paradigma: “Se pierde mucho tiempo abriendo las tapas de las jaulas para introducir los pollos. Es más cómodo arrancárselas”.
Estudios realizados permitieron concluir que 60% de los pollos que llegan muertos a las plantas procesadoras, obedecía a que estos habían recibido un golpe contundente (fractura de cráneo entre otros), produciendo su muerte, por lo tanto se pierde 85% de su carne vendible. En la medida que esta situación se mantenga en statu quo, el valor por kilo procesado de pollo se incrementará, visto este negocio como el resultado de la comparación de los kilos de carne producidos en granjas versus los entregados a los clientes. Por tal motivo, se debería estudiar, si no sería conveniente crear en última instancia un bono especial para que las tapas de las jaulas no fueran retiradas, facilitándose así alcanzar el parámetro menor o igual a 0,08% de pollos muertos o ahogados (DOA) sobre el total de pollos recibidos en la planta de procesamiento.
A las compañías como política gerencial se les recomienda destinar formalmente un presupuesto en Programas Puntuales de Capacitación, creando dentro de sus instalaciones áreas bien provistas para la investigación y desarrollo de ideas, cuya meta final es mejorar tanto la productividad estática como la dinámica.