7 de diciembre de 2015Financiación de nuevos proyectos productivos y cumplimiento de normas sanitarias exigen cuantiosos recursos que podrían ser facilitados por el sistema bancario a mejores plazos.
En la ciudad de Bucaramanga, en el departamento de Santander (oriente), región responsable del 25 por ciento de la producción avícola colombiana, las directivas nacionales y el capítulo regional de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi) se reunieron con representantes del sector bancario en ese país andino.
“La adecuación tecnológica del sector es una necesidad creciente; pero, para lograrlo, se tiene que recurrir al crédito, el que a juicio de los avicultores debe ser a largo plazo”, comentó al diario Vanguardia Liberal el presidente ejecutivo del ente gremial, Andrés Valencia Pinzón, quien agregó que “la avicultura es una industria que tiene músculo financiero, flujo de caja, para responder a esas obligaciones”.
Para sostener esta afirmación, el directivo señaló que las ventas del sector avícola en 2014 superaron los 9.2 billones de pesos (US$ 3,067 millones), incluyendo el renglón de alimentos balanceados y solamente considerando las empresas que reportan información a las Superintendencia Nacional de Sociedades.
“Además, es un sector en consolidación creciente. No en vano su crecimiento estuvo en 5.6 por ciento y se espera, a pesar de la fuerte revaluación del dólar que hace que nuestras materias primas sean más costosas, un 4 por ciento para 2015”. Añadió que este incremento se da por un esfuerzo privado, “sin subsidios oficiales; ni siquiera la banca oficial que se supone es de fomento no ayuda en realidad”.
Sobre esto último, recordó que incluso Banagrario (otrora Banco Agrario y Caja Agraria) tiene créditos muy costosos, “pero al menos están pensando en dar unos plazos más amplios, pues la actividad requiere mecanismos crediticios que le permitan aliviar el flujo de caja. El sector demanda crédito para la modernización competitiva en fronteras de tiempo superiores a los 15 años”.
Finalmente, Valencia Pinzón aseguró que “hoy los plazos de los créditos están entre dos y cinco años, y máximo siete, pero el ciclo del negocio requiere préstamos a más largo plazo para poder amortizar las inversiones, pues este es un sector que demanda una fuerte inversión de capital”.
El presidente de Fenavi Colombia puntualizó que muestra de lo anterior acontece con la producción de carne de pollo. “Cada vez que el sector decide ampliar su producción, hay que levantar una nueva planta de beneficio, que procese 9,000 pollos hora, y que tiene un costo de US$10 millones. Con los ciclos del negocio se necesitan tasas más largas y favorables”.