Así concluye una investigación de colegiales colombianos que fue premiada en la Feria Internacional de Ciencias e Ingeniería, Intel Isef 2016, en Phoenix, EUA.
José Luis Mesa Osorio y John Esteban Acevedo Álvarez son alumnos de once grado del colegio oficial Presbítero Bernardo Montoya Giraldo, ubicado en el municipio antioqueño de Copacabana (municipio cercano a Medellín, en el noroccidente de Colombia). Según registró el diario El Colombiano, este dúo fue ganador del cuarto puesto en su categoría, en la Feria Internacional de Ciencias e Ingeniería Intel Isef 2016, con el proyecto titulado ‘Alimento natural para mejorar la producción y calidad de los huevos de las gallinas ponedoras’.
Publicó el periódico que los dos colegiales de 16 años, “Viajaron por primera vez en un avión para sacar la visa y volar a EUA, luego de ganar eventos científicos en la región y por ello fueron escogidos como uno de los siete grupos de la representación colombiana en la Feria, considerado el certamen preuniversitario de ciencia más grande del mundo”.
Acevedo explicó que una de las conclusiones del estudio es que las gallinas y los pollos alimentados con pienso (alimento seco) natural son más grandes que aquellos levantados con pienso comercial.
Con un diagrama de barras que complementa su disertación dijo que la longitud inicial de las aves de corral era de 5 centímetros y, un mes después, los análisis mostraban que las alimentadas con pienso natural medían 25 cm; 17 las nutridas con pienso comercial y 18 las que comían matriz (melaza, cáscara de huevo y maíz molido, sin las hierbas de la zona). Además, hubo una diferencia significativa en el tamaño del huevo que pusieron las gallinas alimentadas con el producto ecológico frente al de aves de corral nutridas con dieta comercial.
El producto ecológico es elaborado con plantas nativas comúnmente conocidas como maleza.
“Nuestros padres y abuelos usaban plantas de maleza”, relató Mesa.
En la fabricación del producto ecológico se utilizan las hojas secas y pulverizadas de las plantas (consideradas malas hierbas), melaza, cáscara de huevo y maíz molido. El jurado de la feria internacional recomendó incluir el peso de los animales en los análisis. Los chicos sueñan con terminar sus estudios, avanzar en su investigación y, si es posible, crear un proyecto para otros animales, ya que por accidente, un perro se comió el alimento de las aves y esa anécdota despertó más su espíritu científico.