Nuevas investigaciones apuntan a que estos compuestos son una opción más natural y accesible como promotores del crecimiento en las aves.
El periódico Agronegocios consultó a investigadores en Cuba, México y Colombia, “Que le han apostado al uso de complementos vegetales para potenciar la nutrición de las aves y evitar, además, la aparición de enfermedades que terminen afectando sus características originales”. Entre estos expertos se encuentran Lázara Ayala González, Manuel Castro Perdomo y Mayuly Martínez, pertenecientes al Instituto de Ciencia Animal de Cuba.
Ellos explicaron que plantas como el orégano y el jengibre, “No son solo una alternativa para sustituir los antibióticos como promotores del crecimiento, sino también una opción para obtener incrementos de eficiencia y aumentar palatabilidad en sistemas donde se utilicen subproductos y alimentos de escaso valor nutricional, que generalmente tienden a afectar el comportamiento y la salud animal”.
Continuó explicando el rotativo que para lograrlo se hace la extracción del aceite esencial de estas dos plantas.
"Esta forma se ha incrementado considerablemente en los últimos tiempos, demostrando la actividad biológica de sus componentes con muy buenos resultados", como destacó la investigadora Claudia Ariza, de la organización colombiana Corpoica.
“La adición a la dieta es para que actúen como antibióticos y antioxidantes, además el uso de elementos naturales busca evitar los sintéticos y tienen efectos positivos. En el caso de las especies ponedoras, el aceite esencial llega al nivel donde se forma la yema del huevo, en el ovario, ellos se depositan allí y el aceite de orégano hace que la vida del huevo sea más larga y sea muchísimo más fresco porque tiene una mejor oxigenación” destacó Ariza.
De otro lado, María del Pilar Castiblanco, investigadora colombiana y gerente técnica de aves para México de la empresa Alltech, afirmó que, “Sin duda, estas plantas tienen algunas propiedades bactericidas y bacteriostáticas que ayudan a mejorar, por ejemplo, el ambiente del intestino de un pollo”.
Agregó que, “Hay otras estrategias que ayudan a mejorar el desempeño natural y son sustentables en el tiempo. Es el caso de las manoproteínas, que componen 25 por ciento de la estructura que tiene la levadura, cuyo uso ha sido comprobado ampliamente dentro de la industria avícola y cárnica”.
Concluyó Castiblanco que estas manoproteínas, “Son utilizadas como promotores de crecimiento natural y los resultados han sido muy buenos. Es como por medio de la nutrición, de cierta manera, podemos mediar en el mejoramiento del producto. Al final, la utilización de todos estos elementos obtenidos de manera natural tiene un solo objetivo: brindar un mejor producto al consumidor final”.