El pavo presenta diferencias importantes con el pollo en cuanto a la nutrición y estas deben tenerse en cuenta para que cumpla su potencial genético.
En comparación con el sector de pollos de engorde, la producción de pavos es una pequeña parte de la avicultura latinoamericana, pero no por eso es menos importante y su nutrición representa un reto interesante.
“Hay que dejar en claro que la nutrición del pavo no es la misma que la del pollo. Ambos son monogástricos, pero hay que conocer las diferencias entre ambas especies”, dijo la Ing. Vanesa Basurco Tapia, jefa de Nutrición de San Fernando S.A., en el webinar “La nutrición y el manejo del alimento en pavos”, presentado por Produss, San Fernando y la Asociación Peruana de Avicultura (APA).
Una de las diferencias particulares del pavo es la composición de su carne y que tiene un mejor rendimiento de pechuga que el pollo. Dependiendo del peso puede ser entre un 5% y un 10% más.
La carne del pavo es un 2% más rica en proteínas y tiene entre 50% y 60% de kilocalorías menos que el pollo porque tiene menos grasa. A causa de este mayor nivel de pechuga y de proteína, la relación de proteína y energía en la primera semana de vida es mayor en el pavo en comparación con el pollo. Además, presenta mayores niveles de calcio, fósforo y selenio.
La experta del Grupo San Fernando habló de cinco puntos importantes a considerar en la nutrición y manejo del alimento de pavos:
Objetivos de la nutrición
Teniendo claras las principales diferencias de la carne, el nutricionista debe:
- Expresar el potencial genético del ave por su alta tasa de deposición de masa muscular. La nutrición debe permitirlo junto con un buen manejo y una buena bioseguridad.
- Lograr una buena salud intestinal para que el ave tenga un buen estado inmunitario hasta el final.
- Alcanzar un aplomo adecuado, mediante el buen crecimiento óseo, que le permita al pavo un correcto desarrollo muscular. La estructura ósea debe permitir esa alta deposición de carne.
- Lograr el óptimo económico, es decir, el equilibrio entre el costo del alimento y la conversión alimenticia para maximizar la rentabilidad.
Características físicas del alimento
Una de las características físicas importantes del alimento del pavo es la calidad del pélet, ya que es muy sensible a esta. Antaño, cuando era baja la calidad del pélet, la conversión alimenticia se afectaba en un 3% y el peso corporal en un 6%. Sin embargo, el pavo moderno es aún más sensible. Hay estudios que muestran que la conversión alimenticia baja un 8%.
La calidad del pélet se mide con el índice de durabilidad del pélet (pellet durabillity index o PDI), que va de 0 a 100. Según estudios que mostró la experta de San Fernando, cada punto de mejora del PDI equivale a incrementar en 10 kilocalorías el alimento. De esta manera, el pavo responde en la conversión alimenticia. “Es mucho más económico hacerlo a través del PDI”.
Con respecto al tamaño del pélet, durante las primeras tres semanas de vida el pavo debe consumir un pélet granulado o crumble, es decir, pasado por una granuladora. El tamaño de partícula debe ser de 1,800 a 2,200 micras.
En la siguiente fase, entre cuatro a seis semanas, se usa un pélet partido. “Es el mismo pélet partido por la mitad, que pasa por los rodillos más abiertos de la granuladora”, con un tamaño de partícula de entre 2,500 y 3,500 micras.
A partir de la séptima semana, se proporciona el pélet entero, de 4,000 micras, de menos de un centímetro, hasta la finalización. Las recomendaciones de las casas genéticas también indican que, a partir de las semanas 10 a 12, se puede dar un pélet de 5,000 micras y de 1.7 centímetros. “Nuestra experiencia es no cambiar matrices entre 4,000 y 5,000 micras, dejarlo en 4,000 hasta al final y el pavo responde muy bien”.
Programas de alimentación
El programa de alimentación tiene que ser flexible y adaptarse a las metas del mercado. En función del peso objetivo, la línea mediana son pavos de 14 semanas de 11 a 13 kilos, o líneas pesadas de 20 semanas y 20 a 22 kilos.
Otro punto importante es tener mucho cuidado con las transiciones o cambio de fases de alimentos. El pavo es más sensible a los cambios que el pollo, por lo que deben hacerse graduales. “Recomiendo dar 50-50 el primer día y luego la siguiente fase”, dijo Basurco Tapia. A nivel de insumos, no debe variar más de 2.5 la cantidad de un insumo para no alterar la capacidad enzimática ni la microbiota. Por ejemplo, en un alimento con 10% de soya integral, no dar en la siguiente fase un 15%, sino 12.5%.
Se debe considerar el dimorfismo sexual de los pavos, es decir, la diferencia en la fisionomía externa entre machos y hembras. El macho tiene una curva de crecimiento más elevada comparado con la hembra. La ganancia de peso es mayor en el macho, sobre todo a partir de la semana siete u ocho. Se recomiendan programas de alimentación diferentes a partir de esta semana.
Se pueden proporcionar alimentos diferentes a hembras y machos o adelantar la fase de alimento de la hembra una semana antes, con menos proteína y más energía.
La iniciación es una etapa de mucho cuidado, ya que el pavito tiene estrés por despique y vacunación. El pavito debe tener alimento —de una muy buena calidad de pélet— y agua limpia las 24 horas del día para maximizar su consumo y para que desarrolle sus sistemas digestivo y respiratorio. En esta etapa es mayor el requerimiento de proteína y la relación proteína-energía. La grasa debe ser de alta digestibilidad y no debe ser saturada.
En la etapa de crecimiento y desarrollo, el pavo expresa su potencial genético de deposición de músculo y ganancia de peso. Presenta una mejor respuesta a los niveles de energía. Sin embargo, al incrementar el contenido de grasa, hay que tener mucho cuidado de que no se afecte la calidad del pélet.
El agua como nutriente
Algo que caracteriza a los pavos es su alto consumo de agua. La necesidad del pollo normalmente va de 2 a 1 con el alimento, pero en el pavo, esto llega a ser de hasta 2.8, aunque en las primeras fases llega a estar de 3.2 a 3.5. Esto se debe a la alta tasa metabólica por su mayor tasa de crecimiento y está relacionado con los mayores niveles de proteína en la dieta.
El agua tiene que ser de calidad y no debe haber restricciones ni observaciones. Es importante revisar que todas las líneas de agua funcionen bien. “Si en un galpón hay una línea de agua que no funciona, no va a ser suficiente con las otras que haya”, señaló Basurco Tapia. Hay que revisar también la presión del agua, los cortes, bebederos adecuados, etc.
Con respecto a la calidad de agua, hay que revisar el pH, el contenido de sulfatos y nitratos, y su dureza. Además, es importante revisar que las tuberías estén libres de biofilm. “Recomiendo cumplir a cabalidad el programa de limpieza de tuberías del área de seguridad, supervisar y verificar que realmente se retire dicho biofilm”, indicó.
Requerimientos nutricionales del pavo moderno
La energía —el nutriente de mayor impacto en el costo del alimento— es clave para optimizar el crecimiento, la conversión y el costo. Se mencionó que en las tres primeras semanas deben usarse aceites de muy buena digestibilidad, como los insaturados (aceites de soya, de maíz o de girasol), con digestibilidades por arriba del 80% en pavitos.
En estudios presentados recientemente, Basurco Tapia dijo que se ha observado que el menor costo de producción no se relaciona con el menor contenido energético del alimento, aunque dependiendo del objetivo de mercado sí lo puede ser para el costo de la pechuga. Los niveles nutricionales tienen que adaptarse para obtener el mejor rendimiento económico.
La proteína y la lisina son de suma importancia debido a la alta tasa de crecimiento y formación de tejidos musculares y de la pechuga. Se debe formular con base en proteína ideal, con los niveles de lisina digestible como base, lo que significa que ningún aminoácido se suministra en exceso ni en deficiencia.
Los aminoácidos sintéticos que se usan son la lisina, la metionina, la treonina y la valina, que entran fácilmente a la formulación. También, en función del precio y disponibilidad, pueden entrar la arginina y la isoleucina. Esto permite reducir la proteína cruda sin que se afecte la velocidad de crecimiento. “Es importante reducir la proteína cruda para que no haya un exceso de excreción de nitrógeno fecal”, dijo Basurco Tapia.
Los minerales son necesarios para la mineralización de los huesos, para que conformen un buen aplomo. La estructura del pavo debe soportar toda la deposición de la masa muscular y sobre todo de la pechuga, que llega al 30% del peso vivo.
Comparado con el pollo, el pavo requiere mayores niveles de fósforo, calcio y vitamina D y se pueden usar fitasas. Por cierto, “las superdosis responden muy bien”, añadió la experta.
En cuanto al balance electrolítico (sodio, potasio y cloro), hay que tener en cuenta que el pavo es menos tolerante a las altas concentraciones de sodio que el pollo. Con niveles del 1% de cloruro de sodio, puede haber mortalidad por edema y por ascitis en el pavito.
Insumos alternativos en la alimentación del pavo
En función del precio, la disponibilidad y región o país donde se críe el pavo están estos otros ingredientes alternativos:
- arroz partido (bien aceptado por el pavito, mejora la calidad el pélet),
- polvillo de arroz (bien aceptado por el pavito; hay que evitar que esté rancio),
- aceites acidulados (pueden presentan variaciones de calidad),
- granos secos de destilería o DDG (verificar calidad),
- sorgo (sorgo libre de taninos),
- torta de palmiste (insumo con más fibra, puede ayudar a reducir el costo del alimento),
- harina de yuca,
- harina integral de soya,
- canola,
- harina de pescado,
- gluten de maíz,
- harina de plumas,
- harina de sangre y
- harina de vísceras.