En la provincia de San Luis, 60,000 gallinas murieron por los incendios mientras que 20,000 pollitos fueron sacrificados por falta de comida debido a las interrupciones en la cadena de suministro.
En momentos en que 14 de las 23 provincias de Argentina enfrentan focos de incendio provocados en su mayoría por “intervenciones humanas”, alrededor de 60,000 gallinas y pollos fallecieron calcinados luego de que se quemaran 11 galpones de la empresa Globoaves, ubicada en la localidad de Villa del Carmen, provincia de San Luis (centro).
Además, en la zona de Papagayos, también en San Luis, la empresa New Gen sacrificó cerca de 20,000 pollitos bebés “por falta de comida y espacio para albergar nuevas generaciones”, lo cual ocurrió debido a las restricciones de circulación de la provincia de San Luis en medio de la pandemia de COVID-19, asunto que afecta a la cadena de suministro avícola.
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“Los 11 galpones equivalen a dos granjas y media; algunos se quemaron en menor y mayor medida que se pueden recuperar, otros en cambio no”, dijo a La Nación el empresario Daniel Cañizares, gerente general de Globoaves. Este estimó las pérdidas por las aves en cerca de US$1.2 millones, más los daños estructurales.
El incendio ocurrió a principios de octubre y Cañizares estimó que podría haber más animales muertos, a medida que continúe la evaluación de daños.
“Los animales que se murieron y los que se van a morir van a dejar de producir. Esa producción no la podemos reemplazar ahora, por ende, la crianza y la pérdida es material y visible porque van a dejar de poner huevos que son los que nosotros tenemos que vender mañana. La pérdida en sí es a largo plazo”, agregó el empresario.
Falta de comida para pollitos bebés de New Gen
Por otro lado, Javier Beyer, gerente de producción de New Gen, explicó al mismo medio que sacrificaron a miles de pollitos bebés “porque no pudimos sacar el camión. Hoy hay nacimientos y vamos a perder esta nueva producción de 22,500 animales”.
Beyer estimó las pérdidas en US$13 millones. Además, criticó las restricciones de circulación, ya que “a largo plazo estamos preparando una bomba fenomenal con la interrupción de la cadena primaria. Va a haber una suba del pollo y desabastecimiento en las góndolas”.
New Gen realiza cuatro entregas por semana desde San Luis hacia las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires, Salta y La Rioja, con lo cual sustentan “el 40% de la producción avícola en el país”.
Preocupada Capia, reclama intervención
Sobre el particular, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) emitió un comunicado expresando “preocupación e inquietud ante las restricciones de circulación dispuestas en el interior del país con una rigidez extrema de las medidas en las provincias de San Luis, Tucumán y Santiago del Estero, que impiden el ingreso de camiones varados con alimentos, animales vivos, insumos para la producción, genética, e incluso de asistencia a instalaciones productivas que se encuentran afectadas por incendios, como es el caso de la firma Globoaves, en San Luis”.
“La realidad del sector es muy grave, con precios congelados desde el 6 de marzo, incrementos sustanciales en sus costos de producción que superan el 45%, incrementos salariales del 40%, que se contraponen con el magro incremento del 3.5% de aumento que autorizó el Gobierno, y ahora restricciones de circulación dispuestas por los gobiernos provinciales que afectan severamente la viabilidad de la producción y que provocan situaciones límite, como lo que vimos en San Luis, donde la ayuda no llegó por las restricciones a la circulación”, dijo el presidente de Capia, Javier Prida.
En Latinoamérica, Argentina es el cuarto mayor productor de huevos y el quinto mayor productor de pollos, según la base de datos de empresas líderes de IndustriaAvicola.net.