La industria avícola y porcina acaparan la mayor parte de la poca inversión extranjera en el rubro
El analista Dr. Ken Shwedel informa en su último boletín Agribusiness World This Week que “uno pensaría que al ver los informes del gobierno sobre la inversión directa extranjera en agricultura, que incluye a la industria pecuaria, que el año pasado aumentó 5 por ciento, que habría un interés considerable de los inversionistas extranjeros por el México rural”.
Pero este no es el caso. Mientras que la inversión directa extranjera en agricultura creció un 5 por ciento, la inversión directa extranjera total fue del doble. De hecho, en el transcurso de los últimos 15 años, la participación de la agricultura de la inversión directa extranjera nunca llegó al 1 por ciento, pues osciló entre el 0.6 y el 0.2 por ciento del total.
La limitada inversión se concentró en unos cuantos sectores: las industrias avícola y porcícola representaron un poco más del 30 por ciento de la inversión directa extranjera acumulada, seguido de la molienda (26.2 por ciento), el agave para el tequila (18.3 por ciento) y la horticultura (14.8 por ciento).
Y no sólo es que la inversión directa extranjera se concentre en unos cuantos segmentos agrícolas, sino que también se concentra en pocos países inversionistas. Por ejemplo, casi el 80 por ciento proviene de EUA, seguido muy abajo por Japón, con el 9.4 por ciento.
De manera interesante, la inversión en agricultura del otro socio comercial del TLCNA de México, es decir, Canadá, solamente representa el 1.9 por ciento de dichas inversiones. Al mismo tiempo que los negocios extranjeros no invierten en agricultura, sí invierten en la fabricación, venta y distribución de alimentos (8.4 por ciento de la inversión directa extranjera total), pues en estos sectores son más manejables los riesgos y más atractivos los márgenes.