La devaluación del peso y la dependencia del grano importado han subido costos de producción avícola 30 por ciento.
La sustitución del maíz amarillo duro en la confección de alimentos concentrados para las actividades pecuarias en Colombia, incluida principalmente la avícola, “volvió con fuerza a la palestra en vista de la apremiante situación del peso frente al dólar que ha impactado significativamente los costos de producción”, informó el diario ibaguereño El Nuevo Día, que hizo un repaso a las distintas alternativas que se han planteado en este aspecto estratégico para la agroindustria de este país, altamente dependiente de la importación de insumos.
“Reemplazar totalmente el maíz en la alimentación animal no es posible, pero sí se puede sustituir de forma parcial”, explicó el experto en reproducción y sanidad animal, Sergio Latorre, quien agregó que este grano “entrega un alto contenido de proteína y energía, al punto de representar hoy el 55 por ciento en la dieta de las aves. Lamentablemente, en su momento no se puso atención a las propuestas de varios posibles sustitutos, como la auyama (variedad de zapallo o calabaza autóctona y de gran producción en Colombia)”.
Latorre señaló que esta hortaliza podría sustituir el 40 por ciento del consumo de maíz, si se combina este cereal con auyama, sacarina (extraída de la caña de azúcar, de la cual esta nación suramericana también es un gran productor) y sorgo. “De la auyama se pueden sacar harinas de alta proteína, y con el sorgo se le da energía a las aves. El problema es que se requieren grandes volúmenes y no hay capacidad instalada para procesar estas harinas de la auyama y otras nuevas materias primas. Si se hubiera trabajado hace 15 años cuando esto se propuso, hoy el problema no sería de esta magnitud”.
Por último, el experto consultado por El Nuevo Día recordó que “hay otra propuesta marchando con aceite de palma, que se produce mucho aquí y contiene energía, habría que agregarle proteína que puede venir de las harinas de auyama. Hace unos años se propuso el uso del glicerol, que es un subproducto del biodiesel, pero tampoco se atendió, a pesar de que en algunas zonas del país se cuenta con esa materia prima a granel”.