La gran evolución genética de las aves domésticas.
Los especialistas en genética aviar dan este interesante hecho, que resume lo que junto con la nutrición y el manejo, se ha logrado en estos 60 años de historia de la avicultura mundial: “con una tonelada menos de alimento balanceado, se produce la misma tonelada de huevo”.
La genética, dice el icónico libro Poultry Production, de Nesheim, Austic y Card, “trata de los mecanismos de la herencia y la transmisión de características de los padres a las crías. El mejoramiento genético, aplicado a la producción avícola, utiliza los principios de la genética para desarrollar líneas o estirpes con la mejor adaptación para la producción de carne y huevos. Básicamente es genética aplicada que utiliza de forma marcada los principios de la genética para lograr los objetivos del programa de mejoramiento genético avícola”.
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Mejoramiento genético
Las compañías de mejoramiento genético son las que suministran todo aquel material, a saber, aves, para la producción avícola comercial, muy lejanas ya de aquellos primeros reproductores pequeños de hace 60 años, que constituían la fuente de pollitos y pollitas para el pequeño avicultor. Hoy en día, estas compañías han podido conjuntar científicos y conocimiento, equipos e instalaciones, así como personal de ventas y de mercadotecnia, que brindan el sustento necesario para la investigación y desarrollo de productos que las enormes empresas avícolas y las condiciones actuales necesitan. Su distribución es prácticamente universal. Las líneas genéticas que se usan para la producción comercial de pollos y gallinas son derivados de aquellas primeras estirpes, líneas consanguíneas o líneas de una estirpe.
En un inicio, las diferencias eran muy evidentes por la gran variedad de formas, colores, patrones de las plumas, tamaño corporal, entre otras características de las diversas razas y variedades. Ahora, los programas de mejoramiento genético, además de preservar y acrecentar las mejoras en producción, trabajan con información de bienestar animal, salud, estado físico, y eficiencia de la reproducción y producción. La interacción entre la producción y el ambiente es también se suma importancia. De esta manera se puede asegurar un buen desempeño bajo distintas condiciones ambientales en todo el mundo. Otro aspecto que no ha pasado por alto es la calidad y la inocuidad del producto alimenticio producido.
Genética en la producción de huevo
No es fácil la comparación de cuánto producía una gallina de hace 60 años y cuánto produce una de ahora, puesto que ya ni siquiera conservan el mismo nombre, o simplemente se desarrollaron otras líneas genéticas. Pero, únicamente con el afán de comparar lo que dicen los informes de antaño y los de ahora, en el primer First North Carolina Random Sample Egg Laying Test realizado en North Carolina State University en 1959-60, se notifica que el promedio de todas las estirpes de huevos por gallina alojada era de 220.4 huevos. En el informe equivalente de 52 años después (Single Production Cycle Report of the Thirty Eighth North Carolina Layer Performance and Management Test: Alternative Production Environments, Vol. 38, No. 4 Noviembre 2011), este número es de 388.1 huevos.
En estos informes se dan a conocer muchas otras variables, tales como distribución del tamaño, peso corporal, porcentajes de producción gallina-día, conversión alimenticia, características de calidad, mortalidad, etc., que el lector puede consultar para ampliar sobre el tema.