El empaque puede pasar en buena parte desapercibido, pero de todas maneras sigue todavía siendo materia de una gran variedad de exigencias.
El empaque al por menor es una gran masa de contradicciones. Por un lado, lo damos por sentado, tanto en términos de apenas notarlo como en suponer que se desempeña como debe. Pero al mismo tiempo, le ponemos cada vez más expectativas onerosas al desempeño y criterios de conveniencia, y sobre sus cartas “verdes”.
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