La demanda de esta proteína roja ha perdido participación en el departamento de Santander, limítrofe con Venezuela
De acuerdo
con el diario bumangués Vanguardia Liberal, los ganaderos santandereanos
(oriente) están en una encrucijada: los precios del
ganado en pie no reaccionan, hay sobreoferta de novillo gordo, el consumo se ha
mermado sustancialmente, pierden mercado con el pollo y cerdo, y las
exportaciones a Venezuela no se reactivan desde hace 10 meses.
“Es decir, tienen que buscar alternativas económicas para
salvar el negocio y una de ellas sería bajar el precio de la carne para ser más
competitivos localmente”, concluye el rotativo, el cual agrega que “una libra
de carne de primera vale 6,000 pesos (US$2.43) en la Plaza Central de
Bucaramanga, mientras que la misma cantidad de pollo o cerdo, los fuertes
competidores por el mercado de las carnes, se tasa entre 1,000 y 1,500 pesos
(entre US$0.41 y US$0.61)”.
El periódico citó también a Oliverio Solano Cala, gerente
del Frigorífico Río Frío, para quien indudablemente hay que buscar alternativas
para ganar mercado y esa fórmula involucra precios y calidad. “A Venezuela
no se le vende un kilo desde hace casi un año; además no han cancelado la
última exportación. Hoy se perdió la confianza comercial, sumada a las nuevas
medidas cambiarias impuestas por el vecino país, las cuales no son a la fecha,
claras. En vez de mandar carne en grandes cantidades y de extraordinaria
calidad para que no la paguen, deberíamos hacer el ejercicio de bajar los
precios para ganar mercado local frente a las otras carnes que son nuestra
competencia”, puntualizó. Esa medida a su juicio, tendría dos efectos:
incentivar el consumo y bajarle la presión al mercado local, el cual está
saturado con la oferta de novillos terminados que no se han podido exportar.