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El real decreto dará forma al futuro del sector en cuanto a clasificación y registro de las granjas avícolas, así como obligaciones legales.
La Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios presentó a los sectores el borrador de Real Decreto de normas básicas de ordenación de las granjas avícolas, que regula la clasificación y registro de las granjas avícolas y establece las obligaciones legales de cada una (instalaciones y ubicación, manejo y gestión). Contempla aspectos como la prevención de enfermedades, la reducción de emisiones al medio ambiente, el movimiento de animales, la gestión de subproductos, la capacitación del personal y el bienestar de los animales.
La avicultura de postura no tenía un texto legal de ordenación y el real decreto regulará todas las granjas de aves. Las principales organizaciones de los sectores de la carne de ave (PROPOLLO) y de la producción de huevos (ASEPRHU y FEDEROVO) presentaron un documento de alegaciones conjunto, ya que coinciden en sus propuestas sobre el texto legal.
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Granjas de todos tamaños
La descripción de las actividades y obligaciones de cada categoría de granjas o instalaciones debe ser adecuada al riesgo que suponen. Es importante para los operadores comerciales del sector que las granjas de autoconsumo, por pequeñas que sean, estén registradas y cuenten con un mínimo control sanitario para evitar la propagación de enfermedades que, en un país exportador como España, podría suponer el cierre de los mercados exteriores, con graves incidencias para las empresas.
España es un actor cada vez más relevante en el mercado mundial de la genética avícola y, aunque en menor medida, en los de la carne de ave y los huevos. Por ello el sector está obligado a mantener una situación sanitaria óptima y necesita de la colaboración a las autoridades, que deben registrar todas las instalaciones avícolas y controlar su sanidad.
Capacitación de trabajadores es la clave
Otro de los aspectos que se incorporan en el texto es el de la capacitación de los trabajadores, que se concreta en cursos de 20 horas sobre aspectos generales de la avicultura y los animales. El sector considera que cada empresa tiene que capacitar adecuadamente a sus trabajadores para que realicen las tareas y actividades de las que serán responsables en la propia empresa, sin necesidad de tratar en los cursos las que no les son de aplicación.
Bioseguridad
La redacción del proyecto elimina de las condiciones de ubicación de nuevas granjas la separación entre granjas avícolas y porcícolas, algo que el sector considera necesario para mantener la bioseguridad. Es sabido que, mientras las granjas avícolas cuentan con planes sanitarios para el control de la salmonela desde hace 15 años, no es así en las granjas de porcino, y su proximidad eleva el riesgo de diseminación de salmonelas zoonóticas en el entorno.
Emisiones contaminantes
El real decreto establece que deben aplicarse las mejores técnicas disponibles en las granjas avícolas a partir de un tamaño muy inferior al que establece la regulación comunitaria (11,000 gallinas ponedoras en el proyecto de deal decreto, frente a las 40,000 de las normas de la Unión Europea). Los sectores avícolas entienden que es preferible empezar con las granjas de mayor tamaño y comprobar si se consiguen los objetivos de España para la reducción de emisiones en el sector.
Las emisiones contaminantes al medio ambiente procedentes de la avicultura son principalmente debidas al amoníaco y, en conjunto, suponen un volumen muy inferior a las de otros sectores ganaderos.
Por otro lado, las emisiones de amoníaco de la ganadería suponen el 40% del total de emisiones de España, por detrás de las de la agricultura (50%). Por ello, debe valorarse el costo/beneficio de las mejoras que se planteen, ya que la avicultura en su conjunto aporta menos de un 7% de las emisiones totales de amoníaco en España.