1 de noviembre de 2020
La modalidad de “nunca con antibióticos” (NAE o No Antibiotics Ever) no permite antibióticos ni anticoccidianos ionóforos. (Cortesía de Phibro)
Poner en práctica una producción sin antibióticos es una decisión empresarial que requiere del apoyo de varios frentes, especialmente el técnico.
En Estados Unidos, como en otros países, hay una guerra de etiquetas en cuanto a la producción libre de antibióticos, lo cual es confuso y no educa al consumidor. Debe usarse el análisis entre la comunidad científica, los gobiernos, restaurantes y mayoristas, y consumidores para evitar esta confusión.
Durante la pasada Cumbre Avícola Latinoamericana, el Dr. Luis B. Gómez, director de servicios técnicos globales de Phibro Animal Health Corporation, habló sobre cómo pasar de la producción convencional de pollos a producir sin antibióticos.
Recordó que, técnicamente, todo el pollo que se comercializa está libre de antibióticos. Esto significa que no hay residuos de antibióticos en la carne, pero curiosamente esto no viene especificado en las etiquetas. Todos los medicamentos tienen un período de retiro, de la misma forma que no puede haber niveles detectables de toxinas o plaguicidas.
También recordó que no ha sido demostrado científicamente que haya beneficios tangibles de consumir aves criadas sin antibióticos, es decir, que esto sea más saludable, más seguro o nutritivo. Además, la carne manipulada y cocinada adecuadamente no presenta bacterias viables, por lo tanto, las bacterias muertas no podrían transmitir la resistencia a los antibióticos.
Dejar de usar antibióticos
“Mientras algunos productos alternativos tienen efectos específicos fisiológicos, inmunológicos, o bacteriostáticos sobre el intestino, ninguno hasta la fecha tiene el rango y amplitud de efecto que tienen los antibióticos”, dijo alguna vez el Dr. Héctor Cervantes, médico veterinario y especialista avícola.
Cambiar a una producción sin antibióticos es una decisión empresarial y del programa de marketing, con apoyo del departamento técnico, es decir, de veterinarios y nutricionistas.
“La salud intestinal es una condición dinámica de la que hay que aprender cómo se influencia y ser flexible”, para lo que se requiere de monitorear en campo, dijo Gómez durante su presentación “Mantenimiento de la integridad intestinal en ambientes libres de antibióticos”.
Se deben conocer los productos alternativos en el campo, así como su modo de acción. Es indispensable pedirle al proveedor la información de investigación aplicada del producto en cuestión del efecto esperado sobre el rendimiento y la salud intestinal.
Sistemas de producción de pollo
En Estados Unidos, de forma simplista, hay tres sistemas:
- Convencional: permite antibióticos (en la incubadora, el alimento y en el campo) y se pueden usar anticoccidianos químicos, además de ionóforos y vacunas contra coccidia.
- Libre de antibióticos (ABF o Antibiotic-Free): no permite el uso de antibióticos promotores de crecimiento, pero se pueden usar anticoccidianos químicos, además de ionóforos y vacunas contra coccidia.
- Nunca con antibióticos (NAE o No Antibiotics Ever): dentro del concepto anterior, en el que no se permiten antibióticos promotores de crecimiento, ni anticoccidianos ionóforos, pero se permiten anticoccidianos químicos y se pueden usar vacunas de coccidia.
Existen muchas variaciones de estas clasificaciones basadas en los esfuerzos de mercadeo o filosofía que tenga cada empresa productora.
Transición de un sistema a otro
En un estudio en el que participó Gómez sobre una empresa que cambió de la producción tradicional a la NAE, se tuvo que seguir un proceso durante dos años para hacer la transición. En un principio, en cuanto dejaron de usar ionóforos y pasaron a productos químicos, hubo un impacto en la mortalidad y la conversión alimenticia, dijo Gómez, pero después de eso se fue ajustando, sobre todo cuando usaron solamente vacunas.
“No fue un camino fácil, pero sí se puede hacer”, afirmó. Al final, con el uso exclusivo de vacunas se puede llegar a tener buenos resultados de costo total de peso vivo, de costo del alimento por peso vivo, conversión alimenticia y mortalidad.
El Dr. Luis Gómez, de Phibro Animal Health Corporation, explica cómo pasar de la producción convencional de pollos a producir sin antibióticos. (Cortesía de Phibro)
Esta transición requiere enfocarse en varios lugares básicos:
Reproductoras e incubadoras
El proceso debe empezar desde las reproductoras con la producción de huevos fértiles limpios y la verificación de ciertos aspectos, como la humedad del galpón. Es necesario entrenar a las gallinas a poner en los nidos y tener nidos con material limpio y cama seca. Los huevos puestos en un nido limpio o en el piso con cama seca tienen menos bacterias que los puestos en el piso con cama húmeda. El otro punto importante es preservar la cutícula. Mientras haya cutícula, hay menos posibilidad de penetración de bacterias, explicó Gómez.
En las incubadoras hay que verificar la limpieza de pasillos y máquinas, así como la limpieza de las bandejas. Además, hay que monitorear la ventana de nacimiento para poder tener la mejor calidad del pollito y realizar un buen manejo del neonato en la primera semana.
“Algo que si cambió dramáticamente fue el cuarto de preparación de vacunas de la planta de incubación”, señaló. Pasó a ser de la parte más olvidada de toda la industria, a ser vital.
Pollos de engorde
En general, se deben minimizar las situaciones de estrés en las aves. Cuando se retira el antibiótico en la incubadora hay una mayor susceptibilidad al estrés. Por eso es importante un buen manejo en la recepción de los pollitos. “Tiene que ser perfecta, como el tratamiento que se le da a los pollitos de reproductoras jóvenes”.
Se debe evitar el sobrecalentamiento, pues las altas temperaturas durante la recepción y en la primera semana de vida pueden resultar en mayores problemas de Enterococcus cecorum (osteoartritis vertebral). Una temperatura de la cloaca del pollito mayor de 40.5ºC a 41.6ºC puede producir diarrea y translocación bacteriana al torrente sanguíneo. Se debe ajustar la temperatura con relación a la humedad relativa.
Hay que seguir programas de luz que ayuden a reducir problemas de patas. “Con un bloque de cuatro horas de oscuridad después de los siete días de edad, los niveles de melatonina ayudarán a estimular el sistema inmunitario”, añadió el experto.
En cuanto a la profilaxis de casos clínicos en pollos, se requiere de tener un plan de respuesta rápida. Hay que tomar una serie de medidas y enfocarse en la prevención de la enteritis necrótica, que es la número uno en mortalidad. En cuanto a coccidia, Eimeria maxima debe ser el centro del control y la que más se asocia a la enteritis necrótica, aunque también hay asociaciones con E. acervulina y otras.
Gómez dio un ejemplo de cómo crear niveles de alerta basados en la mortalidad:
- <3 aves muertas/1000 colocadas: tratamiento de apoyo, uso de preventivos solubles en agua
- 3-6 aves muertas/1000 colocadas: confirmación de la condición, diagnóstico veterinario y discusión con supervisores, tratamiento de apoyo de alto nivel con productos solubles en el agua
- >6 aves muertas/1000 colocadas: tratamiento con antibiótico bajo la presunción de que será efectivo
Referente al alimento y su calidad, se debe maximizar la digestibilidad, revisar la proteína cruda pasante, usar perfiles de digestibilidad ileal de aminoácidos y ver los efectos nutricionales de algunos ingredientes.
Finalmente, hay que asegurarse de que la cama tenga la profundidad adecuada para poder controlar la pododermatitis.
Con el objetivo de disminuir el desafío bacteriano, se debe elaborar un buen plan de limpieza y desinfección, además de sanitización del agua. Es imprescindible minimizar las reacciones posvacunales de coccidia y control de las otras enfermedades, especialmente las inmunosupresoras (CAV, IBDV, MDV) y las micotoxinas, sostuvo Gómez.
Recomendaciones para el cambio de dogma
Cuando se producían pollos solamente de forma convencional, “pensábamos en antibióticos, coccidiostatos y alguna otra cosa como probióticos, y se hacía la planificación a largo plazo”. Hoy en día pensamos en una estrategia de cuatro frentes:
- control de coccidia, ya sea por anticoccidianos sintetizados químicamente o por vacunas disponibles para pollos,
- probióticos (Basados en Bacillus sp.),
- ácidos orgánicos y
- eubióticos o moduladores (fitogénicos, prebióticos, etc.).
En cuanto a los nuevos productos, Gómez recomienda clasificarlos. Por ejemplo, los moduladores para el control de coccidia, los fitogénicos y aceites esenciales son muy buenos, pero hay mucho por aprender en el caso de los probióticos, prebióticos y ácidos orgánicos, aunque ya existe una buena matriz de opinión en estas áreas.
Para el control del Clostridium, el éxito de los fitogénicos y aceites esenciales va a depender de los componentes con que esté mezclado. Los probióticos van a funcionar bien; los prebióticos dependerán del momento de uso y los ácidos orgánicos tienen un efecto indirecto para promover el desarrollo de las vellosidades y ayudar a la acidificación del tracto gastrointestinal. En ocasiones, es mejor añadirlos al agua que al alimento.
Todo esto se hace teniendo en mente la estimulación de la inmunidad, la reducción del estrés oxidativo y un efecto directo antiparasitario.
Comentarios finales
El experto de Phibro dijo que, para trabajar sin antibióticos, se debe experimentar en la propia operación, ya sea con baterías, corrales de piso, en la granja experimental o con contratos especiales con granjeros de la empresa.
Se deben tomar decisiones informadas, dedicarle tiempo a analizar los desafíos y aprender a trabajar contra ellos, lo cual toma tiempo para entenderlos y analizarlos, y preparar acciones efectivas.
Además, Gómez recomienda tratar de mantener (proteger) el uso de ionóforos en los mercados que están incursionando en estas prácticas, pues son compuestos muy útiles. “Son parte fundamental de la forma más práctica y sin mayores cambios de tener una transición exitosa al producir sin antibióticos”. Después de todo, son compuestos que no se usan en medicina humana.