En el mundo desarrollado, las industrias del pollo de engorde y de las ponedoras se encuentran en una situación fuera de lo común, debido al destacado interés en el bienestar animal y en la transparencia de las actividades de los grupos de activistas y de los consumidores. Para ello, los genetistas van a mejorar las características económicamente importantes, en equilibrio entre el desempeño y un mayor bienestar.