Una propuesta colombiana promete ayudar a los avicultores a superar una problemática que los enfrenta: los malos olores generados por la operación de granjas e instalaciones avícolas, originados principalmente por el amoniaco contenido en las deyecciones de pollos y ponedoras.
Las deyecciones de ponedoras, procesadas biológicamente mediante compostaje, mejoran en un 90 por ciento la producción de ácido láctico en comparación con el extracto de levadura.
Vea cómo las aves en crianza forrajean y aselan, para fortalecer músculos y tener buena densidad ósea. El lugar debe parecerse a su futuro ambiente de postura. Patrocinado por Big Dutchman