Procesamiento y sacrificio

Los acuerdos entre bloques económicos en nuestra región son todavía una rareza que estaría llegando a su fin. Traerían por igual amenazas y ventajas para la avicultura comercial.

Enfermedades aviares causadas por virus, que se transmiten por contacto entre ejemplares vivos, no se propagan por contacto con carne procesada. ¿Es entonces práctico cerrar la importación de alimentos de origen avícola para prevenir la expansión de las cepas?

Aunque creamos que todos los huevos que produce una gallina son iguales, no lo es así. Acaba de salir a la luz un libro que nos puede abrir los ojos al respecto.

Algunas señales viene dando la avicultura latinoamericana que hacen pensar en un paulatino viraje respecto a su habitual posición reticente sobre el bienestar animal de pollos y ponedoras.

Después de tanto no, encuentro que hay uno del que prácticamente nadie se vanagloria de implementar: el no al desperdicio. ¿Por qué nadie ha hecho algo por evitar el desperdicio de alimentos, que eso sí que nos perjudica?

Antes de adquirir a Pollos El Bucanero, la multinacional estadounidense se había hecho ya a 130,000 hectáreas de tierras aptas para cultivos intensivos en este país caribeño.

No me refiero a declarar al pollo o al huevo como patrimonio histórico o inmaterial, sino a aprovechar este estrategia.

Una empresa biotecnológica californiana asegura que en 2021 venderá carne de ave producida en laboratorio a precios tan competitivos como 5 dólares por libra. ¿Gustará este avance a los ambientalistas?

Cada enero, durante la IPPE de Atlanta, siempre hay una cuestión de la que todos hablan, es decir, “el tema” de la feria. Unas veces es la influenza aviar, otras veces las micotoxinas, pero creo que en esta ocasión fue la producción avícola sin antibióticos.

En algunos países se acostumbra pigmentar el pollo y huevo. En mercados como México, España, Francia, Italia y China se venden pollos con piel con coloraciones variadas de amarillo a naranja–dorado.