Hace solo unos días que la conocida empresa mexicana de restaurantes Toks anunció que hacia 2022 – o sea, dentro de seis años – surtirá exclusivamente de huevos de gallinas libres de jaulas a sus 226 restaurantes en el país. Es casi seguro que no tarda Grupo Alsea – considerada la quinta operadora restaurantera del mundo – en hacer lo mismo. Con más de 3,000 restaurantes en México, España, Colombia, Argentina, Chile y Brasil, y al operar marcas como Vips, Burger King, Starbucks, Domino’s, Archie’s, Cañas y Tapas y Foster’s Hollywood, es evidente que su impacto mediático puede ser muy fuerte.
A Latinoamérica se le viene la bola de nieve encima. Con 154 millones de ponedoras en México, 91.2 millones en Brasil, 42.5 millones en Argentina y 37 millones en Colombia, por mencionar los más grandes, ¿cuáles son los planes de los productores? Oigo silencio por ahí.
¿Hay confusión en el mercado en los productores y en los consumidores? Yo creo que sí. En primer lugar, al menos en México, no existe legislación al respecto.
En cuanto al consumidor promedio, que no sabe la diferencia entre un pollo de engorde y una gallina, o que un huevo blanco es igual al marrón, la confusión es peor. ¿Cómo van a saber lo que es una gallina libre o una gallina libre de jaulas? Hay una necesidad imperante de educar al público al respecto. Ya hay otras organizaciones que se están aprovechando de esto.
Chad Gregory, presidente y CEO de United Egg Producers de EUA acaba de declarar que podría haber caos en el mercado si todas las promesas de cambio se hacen hacia 2025.
A este respecto, hay que decidir qué se va a hacer en México y en toda Latinoamérica: ¿jaulas enriquecidas frente a aves en libertad? Si se va a hacer el cambio, quizás de una vez que sea radical, para no tener que invertir dos veces en un periodo corto, como parece que les está sucediendo a los productores del Reino Unido y quizás en consecuencia a todos los europeos. ¡Hay que actuar ya! ¿Ustedes qué piensan?