Ya no solo se necesitan veterinarios y zootecnistas en la producción avícola. Ahora también se requieren expertos en analítica de datos, en robótica y muchas otras áreas que llegaron para quedarse.
Cuando se piensa en el campo, en la producción pecuaria, uno se remite de inmediato a los veterinarios o a los zootecnistas. Esas son las clásicas carreras que hasta ahora se han necesitado para trabajar en granjas, incubadoras, laboratorios y oficinas de las empresas.
Pero la vertiginosidad de cómo se suceden las cosas en el siglo XXI nos llevan a cambios radicales sobre lo que se va a necesitar en la producción avícola. Hoy en día, los jóvenes, junto con los centros de enseñanza superior, deben mirar a la producción de pollos y huevos desde otro punto de vista adicional.
Ejemplos de esto hay varios. Entre ellos se encuentra la incidencia directa de la ingeniería con la robótica. Necesitamos ingenieros que conozcan de la producción avícola, o veterinarios que sepan de ingeniería, para que vean de qué forma se pueden desarrollar y usar mejor los robots dentro de las casetas o galpones de engorde, incubadoras o granjas de reproductoras.
El uso de estos sistemas nos va a generar una riqueza de datos antes insospechada. ¿Qué vamos a hacer con tanto número? Los robots tienen la ventaja de que no pueden transmitir enfermedades, pero además miden cosas que los humanos no medimos, junto con los sensores y cámaras colocados por doquier. El manejo de datos va a requerir de gente que sepa de matemáticas y estadística, además de fisiología o patología aviar.
Dentro de la misma veterinaria tenemos dos vertientes que, hasta donde tengo entendido, aún no se explotan del todo. Una es aprender a manejar los sistemas alternativos de producción sin jaulas, en semilibertad, crecimiento lento, etc. La otra es enfocar incluso más las ciencias veterinarias y zootécnicas hacia la prevención. La riqueza de datos antes mencionada es para llevarnos a prevenir, no a curar.
También está la formulación de alimentos balanceados, que se puede actualizar en tiempo real con las determinaciones NIR (Espectroscopía del Infrarrojo Cercano) en el momento en que entran y se usan los ingredientes. Más números para tomar decisiones.
Así que las universidades deben ir pensando en cambiar enfoques y programas de estudio acordes a la época. Si por ahí hay alguna, avísenme para sacarme de mi ignorancia. Y los y las jóvenes tendrán que virar hacia otros campos y pensar que la toma de decisiones se basará en esto.
¿Ustedes qué piensan?