La producción de carne de pollo y cerdo en México vive buenos momentos, a pesar de la crisis sanitaria del COVID-19.
Los mexicanos comemos tacos, muchos tacos, que normalmente se rellenan de guisos con carne. Se usa mucha carne de cerdo, pero también de pollo. Con el COVID-19, se dejó de vender gran cantidad de tacos, y no me refiero solo en los restaurantes formales, sino en los miles y miles de puestos callejeros, que venden comida a precios muy accesibles para una población que gana muy poco dinero. Como dato, hace dos años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) notificó que México es el de ingresos más bajos de ese selecto grupo.
El otro día, en una conferencia de prensa del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados (Conafab) de México se habló de la recuperación de la industria pecuaria en el país, que aunque no es con la misma intensidad, sí se recupera. Se calcula que esta ha sido del 90% y que a finales de 2020 quizás haya un crecimiento del 2.9%. No obstante, la volatilidad del tipo de cambio ha puesto mucha presión, además de problemas con la incertidumbre de la pandemia y la política, o de la devolución del impuesto al valor agregado (IVA).
Este optimismo —que pudiera parecer quizás un poco tímido— lo mostraron también los resultados del año a la fecha de empresas como Pilgrim’s Pride de México y Bachoco. La primera notificó aumentos en general en las ventas, pero en particular en México. Después de un primer semestre de 2020 muy difícil, en el tercer trimestre hubo excelentes resultados y se dio “uno de los trimestres más sólidos en la historia de la empresa en México”.
Por su parte, Bachoco también informó de un aumento en las ventas en el tercer trimestre y en el acumulado del año, así como de las utilidades. Otro aspecto interesante fue la consolidación de la empresa Sonora Agropecuaria, que va junto con lo que se dijo en la conferencia de prensa de la semana pasada de los buenos momentos que pasa la industria porcina, a causa de las exportaciones.
Ambas empresas mencionaron la normalización de las actividades económicas en el país, así como el mejor equilibrio de la oferta y la demanda del mercado. Incluso el hecho de que haya un peso más fuerte y el buen desempeño operativo. Todo esto ha llevado al fortalecimiento de las operaciones en México.
Así que, a pesar de todo, quizás sí haya buenos tiempos. Así, los mexicanos seguiremos comiendo más tacos, de carne, claro.
¿Ustedes qué piensan?