7 de noviembre de 2017
Foto: Austin Alonzo
Aún falta que salga al aire el último capítulo de la telenovela de la importación de maíz y soya de México y EUA. No se sabe si habrá divorcio o no y cuál será el camino que recorrerán ambos protagonistas.
Por un lado, está Estados Unidos − o más bien, sus dirigentes−, que amagan con divorciarse, pero hay quienes piden a gritos que no pase esto, so pena de causar problemas en el campo estadounidense: la familia agrícola.
Y cómo no iba a ser así. El pasado 2 de noviembre el “USDA anunció la venta de 1.3 millones de ton de maíz a México, una de las diez mayores ventas diarias jamás registradas” (Market Perspectives, 2 de noviembre de 2017). Esta venta se clasificó como la décima de los diez mejores informes de Ventas de exportación del USDA. Cabe señalar que ya había otras ventas a México ubicadas en tres de las mejores diez posiciones.
Por otro lado, Bloomberg dice que “a pesar de las amenazas de comprar maíz de Suramérica”, México compró esta enorme cantidad que bate records (ibid, Market Perspectives). Bien se sabe que, aunque se firme un divorcio y la telenovela tome ese rumbo, habrá períodos de transición. En toda separación hay amenazas que se profieren de un lado y del otro, que no siempre se cumplen. Ambos lados están tentando terreno.
Cumplir con una “amenaza” de comprarle maíz y soya a Brasil y Argentina no es tan fácil (como tampoco lo es la de acabar con el Tratado). México y EUA han construido lazos enormes que tardarán en romperse o no se romperán del todo si al final acaba el TLCAN. La logística de los embarques entre ambos países no tiene parangón y eso será algo que pesa mucho, así como el trabajo hecho por muchos grupos.
Pero, he sido testigo de que México está buscando opciones. El pasado agosto en el SIAVS en Brasil, hablé con un representante de avicultores mexicanos que estaba en São Paulo, buscando granos. Y el Conafab ya también tiene echado el ojo a esos países, en caso de que sea necesario.
Por el bien de la avicultura y toda la industria de alimentos balanceados, ojalá que sigamos como estamos hasta ahora y esta telenovela acabe siendo un fiasco −algo aburrido−, de lo que se arrepientan sus patrocinadores. ¿Ustedes que opinan?