Sin industria pecuaria moderna, no podríamos comer lo que hoy comemos, y el México urbano y rural no es la excepción.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dio este pasado fin de semana su decálogo para salir del coronavirus. Del cuasi sermón, no voy a hablar de muchos de los preceptos que son más de un guía religioso o espiritual, y que aunque bien intencionados, creo que no son para un presidente. Vayamos entonces al punto siete de la buena alimentación.
Además del maíz, frijol, frutas y verduras, pescado y atún, se refirió a las proteínas animales, pero “procurando que sean de animales de patio y de potreros, no engordados con hormonas”. Primera bomba. Aunque no se refirió directamente a la industria avícola, algo de metralla nos tocó. ¿Por qué siempre hablar de las “hormonas”? ¿Es con lo único que engordan los animales? De verdad, me encantaría que se informaran de lo que se hace antes de emitir estos comentarios.
La segunda bomba fue que “era una práctica consumir lo que se producía en los patios y que luego, por una mal entendida modernidad, se dejaron de crear [sic] animales en los patios y se empezó a comprar pollo de granja, huevos de granja”. ¿De qué época hablará? ¿De los aztecas? ¿De la década de 1930? No sé si se ha dado cuenta que la “mal entendida modernidad” es que somos 130 millones de mexicanos que necesitamos comer todos los días. No puedo imaginarme una megalópolis como la Ciudad de México con gallinas de traspatio. O Guadalajara, Monterrey, Puebla…
Finalmente, la tercera bomba fue que recomienda producir o adquirir alimentos orgánicos. Lleva años hablando de los “fifís” (por cierto, contraviniedo el noveno precepto de su decálogo de eliminar las actitudes racistas, clasistas, sexistas y discriminatorias en general) y justo se refiere a los más fifís de los alimentos: los orgánicos, los que más cuestan, los que se venden en tiendas exclusivas de las zonas pudientes urbanas.
Ojalá haya una respuesta de la industria pecuaria que ha seguido alimentando a la población en plena pandemia.
¿Ustedes qué piensan?