2 de abril de 2020
(Benjamín Ruiz)
¿Por qué desaparecen con rapidez las latas de atún en el supermercado con la cuarentena y no tanto otras proteínas?
En tiempos de crisis siempre hay oportunidades, aunque no para todos. En días pasados, el portal CentralAmericanData.com informaba sobre el optimismo en el sector del atún enlatado a raíz de la crisis del coronavirus COVID-19, pues se pronosticaba un aumento de la demanda del 50%.
En Panamá, por ejemplo, el inventario de atún preparado de todo marzo se agotó en solo tres días. Un representante de una empresa española en la región hablaba de incrementos en el promedio diario de ventas del 80% hasta el 300% en los primeros días de la crisis en El Salvador, Guatemala y Costa Rica.
Las compras de pánico de latas de atún, ahora junto con las del papel higiénico, son todo un fenómeno. Por ahí leí que el papel higiénico es muy voluminoso y cualquiera se da cuenta de que en el carrito de la compra lleva uno de más. Así mismo, ocupa mucho espacio en los anaqueles y se vacía con mayor rapidez. Ambas cosas pueden motivarnos a llevarlo.
Pero, ¿y las latas de atún? Apenas se pueden ver en un carrito de la compra y solo se percata uno de que se están acabando al acercarse a los anaqueles del súper. Recuerdo cuando la H1N1 en México en 2009, no había latas de atún, pero nadie se llevaba latas de chilorio, un platillo de carne de cerdo del noroeste mexicano.
Sin duda, el atún es un alimento sano y fácil de preparar. Yo lo disfruto mucho, pero creo que algo tiene que nos atrae para casos de emergencia. ¿Será el tamaño de la lata 85 mm de diámetro por 35 mm de grosor? ¿Será que cabe en la palma de la mano o que es un alimento relativamente inocuo? Hay algo que nos hipnotiza de este producto no perecedero, en conserva.
¿Qué puede tener una lata de atún que no tenga el pollo, el huevo u otras proteínas animales? Los productos avícolas son una excelente fuente de proteína, de precio asequible y fáciles de preparar. Quizás alguien ya ha analizado el efecto lata de atún, pero lo desconozco. O tal vez tengo enfrente el motivo y no lo veo.
Sería bueno ver qué podemos hacer con los productos avícolas para que se vuelvan así de indispensables en las alacenas de la crisis, como lo son las latas de atún. Y el papel higiénico, ¡por supuesto!
¿Ustedes qué piensan?