3 de agosto de 2020
(Anthony-X | Pixabay)
Es urgente que la industria pecuaria fortalezca el hilo de comunicación con el público para enseñar lo que se hace y evitar ser los villanos.
En un tranquilo sábado, 25 de julio, que pudo haber sido como cualquier otro, la Organización de Naciones Unidas (ONU) dejó caer una bomba en forma de tuit que decía así: “La industria cárnica es responsable de más emisiones de gases de efecto invernadero que las mayores empresas petroleras del mundo. La producción de carne contribuye al agotamiento de los recursos hídricos y conduce a la deforestación”.
Así, de la nada, cuando menos lo esperábamos, esta bomba nos explotó en la cara, en el momento menos propicio. Además de la insensatez, me parece muy poco prudente y desfavorable en las circunstancias actuales de la pandemia. Más que nunca, es ahora cuando se necesitan alimentos de buena calidad, no solo para vivir sino para salir con salud de este problema mundial.
Después del aturdimiento, empezaron las réplicas. La directora de Desarrollo Ganadero de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Anne Mottet, tuiteó que “no le parecía correcto eso y que debía corregirse”. Y así la retahíla de comentarios en redes. Al final, el tuit fue eliminado de la cuenta oficial de la ONU en inglés (@UN).
El International Poultry Council (IPC) se movilizó con rapidez. Dijo que “no es aceptable este tipo de comunicación, pues falta el respeto a nuestra industria y a los esfuerzos que hacemos”. No solo esto, sino que “no refleja la estrecha colaboración entre el IPC y la FAO”, como un organismo parte de la ONU. Mientras tanto, la Plataforma Ganadera Global (Global Livestock Platform), que incluye a varios organismos mundiales de productores de proteína animal, ya está tomando cartas en el asunto.
Cuando veo esto y la serie de artículos del mismo corte —de tintes veganos y distópicos— que recientemente han salido en medios reconocidos, no pienso en un complot o una conspiración, sino más bien en que debemos actuar ya y construir nuestra fortaleza. Me parece que hay mucha pasividad, lo que no quiere decir que debamos dejar de lado la responsabilidad que tenemos.
En la Cumbre Avícola Latinoamericana 2021, a celebrarse el 25 de enero de 2021, tenemos en el programa un debate titulado “Cómo mejorar la sustentabilidad de la avicultura y cómo comunicarlo al público”, en el que participarán expertos de la industria avícola y de cambio climático. La idea es analizar qué podemos hacer para enseñarle al público todo lo que se hace.
Me parece que este punto de cómo comunicarlo es urgente. Como industria, tenemos el material para demostrarlo, así como la capacidad de hacerlo. Pero ¿sabemos cómo?
¿Ustedes qué piensan?