6 de febrero de 2020
Este es uno de los productos de carne alternativa que se comercializa en España y otros países europeos. (Benjamín Ruiz)
¿Deberían las empresas de carne alternativa llamar “pollo” al producto que se asemeja a la carne aviar? ¿Cómo evitar confusiones entre los consumidores?
Estamos en los prolegómenos de la creación de sustitutos de proteína animal con proteína vegetal y con células cultivadas. Estos nuevos productos tienen una clara tendencia a reproducir la apariencia de la carne en textura, color, sabor y hasta forma. Con la carne molida o picada, la semejanza es inaudita.
La apuesta de Heura por el “pollo sin pollo” —es decir, el “pollo no pollo”— suena interesante desde cualquier punto de vista que se le vea, ya sea de este lado o del otro. Sin embargo, no tarda en surgir el debate —si no es que ya lo hizo— de que eso no es pollo y por lo tanto no se le debe llamar pollo.
Estoy de acuerdo en que va a tener que llegarse a un consenso de qué es pollo y qué no lo es. Es justo no solo para los productores, sino para que el consumidor sepa qué es lo que se va a comer. No obstante, me puse a reflexionar si vale la pena o no el debate, para lo que usaré un par de ejemplos.
En idioma español, la palabra “correo” se originó del verbo correr. Sí, seguramente de las personas que iban del punto A al punto B para entregar algún comunicado, que luego fue en transportes y ahora puede ser de forma electrónica. Es decir, adaptamos el verbo correr a algo que ya no es correr. Que yo sepa, ningún servicio de correos ha reclamado que no se llame correo al correo electrónico.
Ni qué decir del chocolate. Cuántos empaques de chocolate dicen que son chocolate, cuando tienen un montón de ingredientes (empezando por la espeluznante cantidad de azúcar). O sea que chocolate, lo que se llama chocolate, no es. De todos modos, nos lo comemos. Entonces, ¿valdrá la pena discutir el “pollo no pollo”?
Quizás sea recomendable ver cómo la industria de lácteos ha manejado el asunto de la leche con la leche de soya, la leche de almendras, la leche de avena… Leche no leche. A lo mejor, aprendemos algo de ellos.
¿Ustedes qué piensan?