La enteritis necrótica deja pérdidas a la industria avícola internacional de casi US$6,000 millones, un reto que podría agravarse con la reducción del uso de los antibióticos promotores de crecimiento.
La semana pasada, asistí a los AB Reduction Days de Biomin en Lima, Perú, en donde se presentaron varias conferencias sobre el uso racional de los antibióticos en aves, la resistencia, los desafíos, la bioseguridad y la salud intestinal.
Con la reducción de los antibióticos promotores de crecimiento (APC), aumenta la frecuencia de las enfermedades, se reduce el desempeño animal, aumentan las pérdidas económicas y los costos de producción, además de que disminuye el bienestar animal. Por eso, ha sido fácil acostumbrarse a usarlos.
En la presentación de Plinio Barbarino, de Biomin Austria, sobre los desafíos que encara la avicultura sin APC, dijo que la enteritis necrótica causa pérdidas a la industria avícola en el orden de los US$5,000 millones a US$6,000 millones en todo el mundo. Es una cifra nada despreciable. Pero de todo lo que presentó, me llamaron la atención los datos que mostró de una simulación hecha en una empresa que procesa a diario 150,000 pollos.
Como punto de partida, dijo que a esta empresa le cuesta EUR0.60 producir un kilo de pollo, de los cuales el costo del alimento es de EUR0.40 por kilogramo, con una conversión de 1.75 y mortalidad del 5%. Para hacer la simulación, consideró que solamente se veía afectado con enteritis necrótica el 40% de la parvada; el 60% restante no estaba afectado.
Con la enteritis necrótica subclínica aumenta la mortalidad, pero más aún si es clínica. Igual sucede con la conversión alimenticia y el costo por kilo. En el ejemplo mostró que la conversión subía a 1.78, la mortalidad a 6.8%, el costo de producción EUR0.62 por kilogramo, pero lo más sorprendente es que se dejan de vender 2,000 toneladas de pollo, además de los descartes. ¿Cuánto cuestan esas 2,000 toneladas de pollo?
Así que, si vamos a producir sin esos APC, hay que tener instalaciones limpias y desinfectadas, un alimento de buena calidad, agua limpia, manejo correcto de la temperatura, buena calidad del aire, luz y buena calidad de cama, pero sobre todo preparar bien al tracto gastrointestinal. Esto último es justamente una de las claves.
¿Ustedes qué piensan?