Dos celebraciones que nos llevan a un punto en común: quien nos da la vida y quienes la mantienen produciendo alimentos.
Ayer se celebró en muchos países el Día de la Madre. En casi todos porque es el segundo fin de semana de mayo y en algunos, por lo menos en México, porque siempre es el 10 de mayo.
Esta fue una celebración diferente porque no pudimos salir a un restaurante a celebrar a nuestra madre. De un modo u otro, siempre ha sido la ocasión para agasajarla. Optamos ahora por celebrar en casa, aislados y quizás por teleconferencia, y para ello, sin duda, el pollo y el huevo resultaron ser muy buenas opciones.
La otra celebración fue el Día Mundial del Pollo, organizado por el International Poultry Council (IPC). Este día, aunque para muchos haya pasado desapercibido, es un motivo de celebración más por la época en la que nos encontramos. La industria avícola, como parte de la cadena alimentaria, produce proteínas que son elementos fundamentales de la seguridad alimentaria y la sustentabilidad, además de que ha sido un servicio esencial durante la crisis del COVID-19.
Como dijo el IPC en un comunicado, es para celebrar a aquellos que trabajan en la industria avícola en todos los rincones del planeta que producen pollo (y también incluyo al huevo, aunque no sea su día), a aquellos a los que nadie les aplaude en los balcones todos los días, como se ha hecho al personal sanitario, merecidamente, desde luego. A aquellos que, como dijo Juan Julián Sánchez, presidente de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), han trabajado “en tiempo récord para implementar medidas sanitarias, adaptar turnos para priorizar la seguridad y la salud de nuestra gente”, en las zonas rurales, a menudo invisibles.
El Día mundial del Pollo se celebró por primera vez en 2012 en Hungría, país miembro del IPC, donde sigue siendo un acontecimiento anual. Hay otros países y miembros del IPC, como Colombia, con su campaña mediática nacional del año pasado que acopió donativos para bancos de alimentos.
Pensé que es una buena coincidencia de celebrar a quien nos ha dado la vida y a quienes la mantienen produciendo alimentos.
¿Ustedes qué piensan?