5 de julio de 2016Argentina es un país muy afortunado, pues cuenta con buenas tierras y agua en abundancia para la producción de granos y soya. Además, tiene excelentes instalaciones portuarias cercanas a la zona de producción, que le permite exportar con cierta facilidad y quizás con menos costo de transporte que el vecino Brasil. Para añadir a la lista de bondades, cuenta con una situación sanitaria envidiable y han cambiado las condiciones de las políticas de comercio exterior.
Cuando a un país le sobran commodities, las comienza a exportar. De hecho, es uno de los mayores exportadores de maíz y el mayor exportador de harina de soya en el mundo. Pero siempre es mejor agregarles valor.
Este país suramericano es sinónimo de cortes de carne vacuna. No obstante, el mundo no se ha dado cuenta de que los argentinos comen ahora más pollo y huevo, que carne de res. El consumo de proteína animal en este país es extraordinario: 42 kg de res, 14 kg de cerdo, 45 kg de pollo y 265 huevos al año por persona; varía en función de la fuente de información que utilicemos. Aunque haya diferencias, las cifras son muy altas.
Pero, el consumo de proteínas de origen animal está al límite. ¿Cuánta más carne (de la que sea) y huevos puede consumir una persona? Los avicultores se encuentran ante el dilema de tener las materias primas, poder producir más pollo y huevo, y darle valor agregado, pero no poder comercializar todo eso dentro del país.
Aunque Argentina ya exporta pollo, una solución podría ser la exportación de más productos avícolas. Con esto, no solo canalizarían su maíz y soya, y le darían valor agregado, sino que podrían aumentar la producción de la avicultura. De hecho, así lo han planteado empresas como la brasileña BRF.
Hay problemas de diversa índole en el vecino Brasil. Aunque creo que será difícil superarlo, quizás sea el momento de aprovechar la coyuntura y convertirse en la segunda o tercera potencia mundial exportadora avícola. Las condiciones están ahí. ¿Ustedes qué piensan?