La historia de vida de este empresario colombiano es ejemplo del afán de los avicultores latinoamericanos por construir día a día una agroindustria competitiva, que responde a las necesidades alimentarias de un continente.
Hace solo unos días, el sector avícola colombiano fue sacudido por la sorpresiva muerte de Alfredo Acebedo Silva, cofundador de Avícola El Guamito (1969), firma familiar que ha contribuido desde siempre al crecimiento sostenido de la avicultura comercial en el oriente de Colombia, región que hoy produce cerca de una tercera parte de la carne de pollo y el huevo de mesa en ese, el tercer mercado latinoamericano.
Un paro cardiorrespiratorio fue lo único que pudo detener su espíritu emprendedor, el mismo que junto con sus ocho hermanos posicionaron a El Guamito como una de las 10 primeras productoras de huevos de mesa en Colombia y una de las compañías avícolas líderes en Santander, departamento líder dentro de la avicultura en esa nación andina.
Fenavi lamenta el fallecimiento del señor Alfredo Acebedo Silva. Líder empresarial, gremial y avicultor fundador de @FenaviColombia . Su sinceridad, compromiso y dedicación por la industria avícola es irremplazable. pic.twitter.com/CIclTvaSXz
— Fenavi (@FenaviColombia) June 4, 2020
Avícola El Guamito (que tiene como razón social legal Acebedo Silva S.A.) empezó a mostrar el camino en la producción tecnificada de huevo en las tierras áridas que rodean a Bucaramanga, la capital santandereana, y su éxito fue aliciente para tantos colegas que hoy lamentan su inesperada partida.
Él y su familia, sin experiencia previa en el sector avícola, vieron una gran oportunidad y supieron sacar proteína de calidad en terrenos que por su arcilla roja sólo era apto para fabricar tejas de barro en las planicies del municipio de Lebrija, como varias veces se le escuchaba decir al momento de rememorar sus comienzos como agroempresario.
Y ese ímpetu disparó otras cadenas agropecuarias que hoy gozan también de un vibrante presente, pues la gallinaza generada en esos primeros galpones tecnificados propició el desarrollo de otras actividades agrícolas en zonas vecinas, como el cultivo de piña, frutales y pastos para ganado vacuno.
Sin duda, a partir del ejemplo de los Acebedo Silva y El Guamito, otros grandes empresarios avícolas se unieron a esta noble actividad que produce, cada mes en Santander, cerca de 300 millones huevos y más de 30,000 toneladas de carne de pollo. A la par con su preocupación por la constante mejora en tecnificación, calidad y bioseguridad, el compromiso social y gremial de don Alfredo no tuvo descanso.
Este reconocido administrador de empresas formó parte de la Junta Directiva en la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Comisión de Competitividad de Santander, miembro del Consejo Consultivo del Banco de la República (Nororiente) y expresidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
“Se va un gran empresario santandereano y líder gremial con visión de región”, “se fue un histórico de la avicultura”, fueron algunos de los mensajes expresados por sus colegas. Solo resta sumar nuestra humilde firma a tan sencillas palabras para tan alto legado.