Algunas cosas positivas vienen surgiendo en medio de la incertidumbre pandémica que nos aqueja. No perdamos la costumbre de ver “el vaso medio lleno” con estos sorbos.
Pese a la crisis internacional que se vive por la pandemia de coronavirus COVID-19, el negocio avícola podría ver algunas oportunidades:
Con toda en la virtualidad
La necesidad de limitar al máximo la interacción física, todo tipo de reunión y hasta las aglomeraciones de nuestros eventos internos y externos nos pone el reto de reforzar de verdad las herramientas virtuales de comunicación, promoción y venta. El asunto va más allá del soporte tecnológico; son las personas con responsabilidad específica, tiempos de respuesta adecuados e innovación en el uso de las herramientas.
Canales alternativos, momento de verdad
El servicio a domicilio en la distribución de carne de pollo y huevos de mesa para nuestros compradores finales, que de manera incipiente se venía implementando dentro de las empresas avícolas, tiene ahora el momento clave para demostrar su valía y crecer. Las viejas líneas telefónicas fijas hay que recuperarlas para bajar presión a la red virtual.
Teletrabajo entra a prueba
Muchas organizaciones, entre ellas no pocas avícolas, son reacias a implementar mecanismos alternativos como el teletrabajo (trabajo remoto) en algunos de sus procesos que se prestan para ello. Las exigencias de la actual contingencia le dará a cada compañía muchos insumos a futuro en este aspecto.
Muy bien en el inconsciente de la gente
Las compras de pánico refuerzan el gran posicionamiento que tiene el huevo y el pollo en la mente de los consumidores como productos de primera necesidad, incluso como ingredientes para recetas que buscan reforzar el sistema inmunológico (lo que es cierto). En supermercados desaparecían en minutos ambos, más rápido algunos cortes que otros (por ejemplo, las pechugas, que sirven un montón en recetas para muchos y por mucho tiempo).
¿Será el momento de volver a meter en la mente del consumidor los ovoproductos, que por ahora estaban más destinados a la industria de alimentos y el canal horeca, que tan golpeado está por estos días?
Solidaridad corporativa
Precisamente, no está de más idear algunas opciones de alivio y servicio especial para los horecas (hoteles, restaurantes, cafeterías) que, como parte del sector turístico y servicios, la están pasando muy mal y son unos de nuestros mejores clientes. Pero, además de eso, vale resaltar que podemos contribuir con nuestra experiencia en bioseguridad. Así lo han entendido algunas avícolas en España que han puesto gratuitamente a disposición de las autoridades sanitarias su personal técnico y equipos para tareas como la aspersión de agentes o de limpieza específica de recintos públicos si llegare a ser del caso. ¡Muy bien!
Más formalización y asociatividad
Por último, esta grave crisis exige que nos unamos más que nunca como gremio en cada país y reforcemos la necesidad de formalizar cada vez más la agroindustria. Una de las coyunturas ideales para ello está en los anunciados alivios generales que está ideando cada gobierno para evitar una debacle económica y la protección del empleo. Se debe pedir a las autoridades criterios de preferencia para el empresario organizado y cumplidor de la norma, así como la canalización de las ayudas con el concurso de los gremios ya constituidos.