Brasil dio sus optimistas resultados de 2020 y de las proyecciones para 2021, con cifras sorprendentes. Algo positivo de qué hablar.
A los medios y a la gente le ha dado por hablar en esta pandemia de los efectos devastadores, de las cifras negativas, de las malas decisiones y de todo aquello que mina nuestro ánimo y nuestra actitud. Desde luego, no hablo sin menoscabo de quienes han perdido a alguien o a su trabajo, pues yo soy uno de ellos (Industria Avícola se deja de publicar este mes).
No obstante, dentro de esta vorágine, es decir, de esta mezcla de sentimientos muy intensos, de esta aglomeración confusa de sucesos, siempre hay algo positivo.
Hasta hoy, según el Centro de Recursos del Coronavirus de la Johns Hopkins University, hay 73.5 millones de infectados de COVID-19. En el top 10 se encuentran Brasil y Argentina, y un poco más abajo Colombia, México, Perú y Chile. Pero el mundo, aunque en shock, ha tenido que seguir en funciones. Y además del personal médico que ha trabajado incansablemente, está el de la producción agroalimentaria.
Para muestra basta un botón. Este año, Brasil produjo 25 millones de pollos y 147 millones de huevos al día. ¡Diaria e incansablemente! Y no solo para su propia población, sino para satisfacer el hambre de proteínas de muchos otros lugares. Un crecimiento de aproximadamente un 4% en pollo y un 9.1% en huevo.
Las buenas noticias de la industria también se han dado en otros países como México, donde se espera un crecimiento del 1.2% solo en la avicultura. Hay que recalcar que, aunque no es lo que se esperaba, pudo haberse estancado o retrocedido. Sin embargo, hubo crecimiento.
Así que enfoquémonos en esto ahora que se acerca el fin de este año tan peculiar. Son momentos en los que todos nos hacemos las ilusiones de que cambien las cosas para bien. Es un pasar la hoja.
Wiston Churchill dijo: “Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad. Un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”.
¿Ustedes qué piensan?