26 de agosto de 2020
Enrique Robinson Bours, cofundador de la mexicana Industrias Bachoco, Arturo Melo, fundador de la panameña Grupo Melo, y Richard Toledano, fundador de la panameña Productos Toledano, fallecieron en 2020, tres grandes pérdidas para la avicultura latinoamericana. (Suministradas)
Fallecen tres grandes pilares de la avicultura latinoamericana, pero dejan un legado imprescindible.
Enrique Robinson Bours, fundador de Bachoco, la empresa avícola más grande de México, falleció hace unos días. Entre sus logros, está precisamente el de empezar con 1,000 aves y encaminar a la empresa a producir 622 millones de pollos y tener 12.2 millones de ponedoras en producción en México y expandirse a Estados Unidos. Asimismo, la marca Bachoco es ampliamente conocida en el país.
Pero, además, este año han fallecido otros dos pilares de la avicultura, ambos panameños: Don Arturo D. Melo, fundador de Grupo Melo, y Don Richard Toledano, fundador de Productos Toledano. Ambas son las dos empresas más grandes de Panamá y las dos marcas más conocidas, con una integración total hasta la cadena de restaurantes.
El punto en común de estos tres avicultores, además de haber sido empresarios en la producción de proteína animal, es que son miembros del Salón de la Fama de la Avicultura Latinoamericana.
Arturo D. Melo entró al Salón de la Fama en la primera promoción en 1987, durante el X Congreso Latinoamericano de Avicultura en Buenos Aires, Argentina. Richard Toledano entró en 1991, en el XII Congreso de Quito, Ecuador. Finalmente, Bours fue reconocido en Cancún, México, durante el XV Congreso, en 1997.
El Salón de la Fama de la Avicultura Latinoamericana fue instituido en 1987 para identificar y galardonar a aquellas personas que han dedicado sus vidas al avance de la industria avícola latinoamericana. Watt Global Media y la revista Industria Avícola se encargan en su totalidad de su proceso y cuenta con la cooperación y el apoyo de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA).
Quise escribir estas breves líneas para recordar a estos tres pilares y agradecerles sus esfuerzos. Al mismo tiempo, quiero mostrarles a las nuevas generaciones que se puede llegar a la excelencia en la producción avícola, por lo que los animo a que sigan adelante. El Salón de la Fama no solo es para productores, sino para todos aquellos profesionales, hombres y mujeres, de la industria.
¿Ustedes qué piensan?