23 de junio de 2020
(Jin Neoh | Freeimages.com)
Dejar de usar el transporte que funciona con gasolina impactó en la cadena de producción del maíz.
Durante estos meses de sacudidas sanitarias y económicas, la gente dejó de transportarse a causa del confinamiento. La caída del uso de la gasolina fue dramática. A esto hay que sumarle la baja histórica del precio del petróleo por otras razones.
En Estados Unidos —principal productor mundial de maíz—, el 35% de esta gramínea se destina a la producción de etanol. Este etanol se mezcla a razón de un 10% con la gasolina. Al bajar el consumo del carburante, empezó a haber exceso de etanol, lo que causó que se redujera su producción en un 50% entre mediados de marzo y mediados de abril. Y claro, el efecto se fue hacia atrás, en la cadena.
Pero no solo es el impacto en el maíz, base de la nutrición animal, sino que bajó la producción de coproductos como los DDGS (granos secos de destilería con solubles), un ingrediente muy apreciado en nutrición animal, así como la harina de gluten de maíz común (corn gluten meal) y la que tiene más de 20% de proteína (corn gluten feed).
Según los informes del United States Grain Council (USGC), a mediados de abril, la relación del precio de los DDGS con el precio al contado del maíz había llegado a su máximo del 185% en cinco años, de un promedio de 106%. Aunque los DDGS se usan poco en muchos países de Latinoamérica, hay otros como México que, dada la cercanía y facilidad de envíos por ferrocarril, lo utilizan con más frecuencia.
Por el momento, todo parece indicar que va en recuperación la demanda de etanol, aunque menor al promedio. Lo cierto es que la industria del etanol necesita evolucionar. Un analista de CoBank dice que se va a consolidar hacia los productores más tecnificados y eficientes, pero además que tiene que diversificarse más allá del etanol. Por ejemplo, ofrecer granos de destilería altos en proteína y otros productos industriales.
Así que, al volver a utilizar automóviles y medios de transporte, se motivan cambios en la nutrición animal y, evidentemente, en muchas otras cosas, aunque la recuperación no será en el corto plazo.
¿Ustedes qué piensan?