22 de enero de 2020
La diferencia entre limpiar y no limpiar una granja: las medidas de bioseguridad deben tomarse en serio en la producción pecuaria. (Cortesía de Julio Ojeda)
Saltaron las alarmas con los brotes de Newcastle en República Dominicana. No es para menos: las enfermedades avícolas no dejan de atacar las parvadas latinoamericanas y del mundo.
Amén de la confusión de la información sobre la cantidad de aves muertas en República Dominicana y la muy pertinente aclaración por parte de la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA) de que en realidad la mortalidad era menor y que solo se dio en parvadas pequeñas, me gustaría recalcar un par de cosas: los pequeños productores y las notificaciones de los brotes.
Hace unos meses, comenté sobre mis dudas sobre las notificaciones en parvadas de traspatio y su impacto negativo sobre el comercio avícola internacional y la imagen de la avicultura. Aunado a esto, cuestiono también a los pequeños productores, pero que no se me malinterprete. No cuestiono su derecho a producir y a vender aves —creo en el libre albedrío y comercio—, sino la manera en que lo hacen, muchas veces al margen de las reglas fundamentales y de las autoridades.
No queda de más volver a echarle un ojo a la bioseguridad. Como me dijo mi buen amigo venezolano Julio Ojeda respecto a este brote: “Definitivamente, algo no se está haciendo bien. Hablamos de bioseguridad más a menudo, pero no se profundiza en el lavado. Nosotros seguimos insistiendo en esto”. Esto lo dice alguien que trabaja en un entorno lleno de grandes limitaciones, como lo es Venezuela. Hay que volver a las cosas básicas.
El lavado es algo tan sencillo y tan olvidado. El lavado, la eliminación adecuada de mortalidad, camiones que entran y salen, el control de los movimientos de productos avícolas y aves, y tantas otras cosas que se ponen de lado y que, al no cumplirse, lo único que sucede es que regresa como un bumerán a alta velocidad y nos pega a todos.
La bioseguridad es responsabilidad del avicultor, pero esto no para ahí. Las autoridades deben darle un seguimiento estricto y apoyo irrestricto. Y los gremios deben apoyar. Tenemos que seguir insistiendo en la bioseguridad.
¿Ustedes qué piensan?