Con una inversión de EUR45 millones y con el apoyo de la empresa suiza Bühler, Protix inauguró la planta de procesamiento de insectos más grande del mundo.
La empresa neerlandesa Protix abrió hace unos días sus nuevas instalaciones de 14,000 m2: la planta de procesamiento de insectos más grande del mundo, ubicada en Bergen op Zoom, Países Bajos. Esto es una prueba de que los insectos se han convertido en una fuente viable de proteína para alimentos sustentables para animales.
La empresa suiza Bühler, experta en tecnología para plantas y equipos y servicios relacionados para el procesamiento de alimentos, apoyó a Protix para lograr este hito. Para crear un mayor impacto en la sustentabilidad de la cadena global de proteína, se necesitan construir muchas más plantas en todo el mundo después de este esfuerzo pionero.
Para concluir la inversión de EUR45 millones (US$51.3 millones), Protix inauguró junto con su majestad Willem-Alexander, rey de los Países Bajos, la planta de proteína de insectos más grande del mundo. “Con esta nueva planta, Protix ha hecho la transición completa hacia una empresa comercialmente operativa, como prueba de su avance”, dijo Kees Aarts, fundador y CEO de Protix.
“Somos aquí los que vamos al frente, desde los puntos de vista técnico, operativo y comercial. La nueva solución de procesamiento totalmente automatizada brinda un importante aumento de la calidad, con mejoras en la consistencia. La apertura de la nueva planta marca es, por lo tanto, una importante transición, no solo para nuestra empresa, sino para todo el sector y para los mercados para los que producimos”, sostuvo Aarts.
La planta produce harina de proteínas y lípidos que se usan en el sector de la nutrición animal para alimentar cerdos, pollos, peces y animales domésticos. Las larvas de mosca soldado negra que se reproducen y procesan en esta planta se alimentan con subproductos orgánicos cuidadosamente seleccionados de destilerías, productores de alimentos y recolectores de verduras de la localidad.
Repunta el mercado de proteína de insectos
El CEO de Bühler Insect Technology Solutions, Andreas Aepli, ve un futuro promisorio para la nueva planta: “Protix ha sido el pionero de lo que muchos otros solo hablan —la producción de insectos a una escala realmente industrial, con normas de calidad e inocuidad de clase mundial. Felicidades por este logro trascendental. Nos honra haber desempeñado una papel importante en este proyecto y esperamos apoyar a Protix en su ambicioso plan de crecimiento”.
Protix se ha aventurado a un mercado en crecimiento. Los impulsores fuertes en la industria de los insectos en surgimiento son un mayor enfoque en la sustentabilidad, junto con los costos en aumento de las proteínas, así como los posibles beneficios a la salud y el crecimiento de los ingredientes a base de insectos para los animales. Como resultado, el sector ha notificado más de US$300 millones en inversiones solo en 2018.
Sustentabilidad e industrialización
“Protix es la compañía de insectos más avanzada, que ahora ha demostrado que la proteína de insectos es una alternativa de peso para muchas aplicaciones”, explicó Ian Roberts, CTO de Bühler Group.
Roberts indicó que, “con esta nueva planta, tenemos la prueba de que se puede producir proteína de insectos a escala industrial. Debemos ahora escalar esta solución a todo el mundo para desarrollar una cadena de suministros de proteína más sustentable”.
Enormes beneficios de los insectos como alimento para animales
Los insectos son capaces de recuperar nutrientes de residuos orgánicos y de regresarlos a la cadena alimenticia de valor, con lo que entonces contribuyen a la economía circular.
Ya que para su producción no se necesita de tierras fértiles, son una nueva fuente promisoria y sustentable en comparación con las principales alternativas de hoy. Las larvas de mosca soldado negra (Hermetia Illucens) que Protix ha seleccionado usar se adaptan muy bien para el crecimiento a gran escala.
Los insectos pueden convertir desperdicios alimenticios de baja calidad en masa corporal de forma rápida y sustentable. Necesitan muy poco espacio para crecer, lo que hace que su huella de carbono sea mucho menor que las fuentes alternativas de proteína.
Desafío a la mano
Se espera que hacia 2050 haya casi 10 mil millones de personas en nuestro planeta. Para alimentarlos a todos con los niveles esperados de consumo, cada año se necesitarán más de 250 millones de toneladas de proteína adicional, es decir, un aumento del 50 por ciento comparado con el día de hoy.
Para darle la proteína que necesita a esta población mundial en crecimiento, se requiere de métodos nuevos e innovadores, ya que las fuentes existentes están sobreexplotadas y su aumento es problemático para el medio ambiente.
Además del desafío de la población, está el hecho de que no usamos de forma muy eficiente los alimentos que producimos. Cada año, más o menos una tercera parte de los alimentos destinados para consumo humano se pierden o desperdician. Esto representa aproximadamente 1,300 millones de toneladas de alimentos que nunca llegan a nuestras mesas.