Hatching Hope en Oxaca, México (Cortesía de Hatching Hope)
Las compañías presentan la iniciativa global Hatching Hope para trabajar con agricultoras y avicultoras a pequeña escala en India, México y Kenia, e impulsar las economías locales.
Con el propósito de mejorar la nutrición y estilo de vida de alrededor de 100 millones de personas hacia 2030, las compañías internacionales Cargill y Heifer se unieron en el lanzamiento de la iniciativa global Hatching Hope, la cual busca educar a mujeres avicultoras y agricultoras a pequeña escala en el desarrollo de sus productos para vender y mejorar la alimentación de sus familias.
La iniciativa comenzará en India, México y Kenia. No solo se trata de mejorar la alimentación y el acceso a la comida en estos países, sino de impulsar la transformación de las comunidades mediante el desarrollo económico, indicaron las compañías en un comunicado.
“Millones de personas en todo el mundo pasan hambre todos los días y carecen de acceso a los nutrientes que necesitan para crecer y prosperar. Si bien las donaciones de alimentos y dinero brindan alivio a corto plazo, podemos crear un cambio sostenible al enseñar y compartir lo que sabemos, y ayudar a transformar a los agricultores de subsistencia en empresarios productivos y exitosos que tienen los medios económicos para alimentar a sus hijos, enviarlos a la escuela y sacar a sus familias y comunidades de la pobreza”, expresó el presidente del negocio de premezcla y nutrición de Cargill, Chuck Warta.
Para el presidente y CEO de Heifer International, Pierre Ferrari, la clave para acabar el hambre y la pobreza está en que “los agricultores puedan ganarse la vida”.
“A través de Hatching Hope, estamos invirtiendo en mujeres agricultoras inteligentes e ingeniosas, trabajando con ellas para mejorar sus productos y acceder a nuevos mercados. Estamos entusiasmados de lanzar Hatching Hope, ya que se puede ampliar rápidamente y apoyar a más agricultores de todo el mundo”, apuntó Ferrari.
¿Cómo aporta cada compañía?
Ambas compañías comparten el valor del acceso a la proteína animal segura y asequible, y el compromiso de mejorar los medios de vida de los pequeños agricultores. Además, tienen presencia internacional y en el terreno de los países en desarrollo, por lo que tienen la capacidad de movilizar su personal para abordar los problemas que enfrenta la cadena de valor de aves de corral en los países donde operará la iniciativa.
En Hatching Hope, Heifer aportará su experiencia en desarrollo para construir capital social y sus relaciones sólidas en comunidades rurales. Mientras tanto, Cargill contribuirá con su experiencia en salud animal y productividad, así como con su conocimiento en la industria avícola y el mercado internacional.
“La carne y el huevo representan una oportunidad para involucrar a todos los miembros del hogar, desde mujeres hasta niños y ancianos. El ciclo del cultivo de aves de corral también es acelerado, por lo que puede entregar carne y huevos rápidamente y proporcionar una valiosa fuente nutricional, especialmente para los niños”, sostuvo Warta.
Por su parte, Ferrari explicó que, con el modelo Heifer, “todas las personas que participan en el proyecto se comprometen a transmitir sus conocimientos y experiencia, y quizás incluso los pollos a otra familia”.
Hace dos años, las compañías se asociaron en una iniciativa similar en China para equipar a 450 granjas avícolas dirigidas por mujeres con polluelos, capacitación y acceso a expertos en nutrición y otros servicios. El éxito de ese proyecto se convirtió en la inspiración para Hatching Hope.