La industria productora de huevo está activa. Acaba de terminar la reunión de la International Egg Commission (IEC) en Montecarlo, Mónaco. Uno de los temas recurrentes que obtuve de conversaciones con la gente y las presentaciones, fue la necesidad de evolucionar en la industria del huevo.
En la necesidad de evolucionar radica el título de este blog. Cuando Uber entró al mercado, impactó a usuarios y taxistas, que, acostumbrados a tener al mercado cautivo, básicamente mantenían el mismo servicio en todo el mundo. No innovaron. Y el mercado cambió.
Los Profesores David Hughes y Charles Spence, en sendas presentaciones en la IEC hablaron sobre marketing del huevo. Hubo muchos aspectos importantes, como la manera poco sugestiva con la que se exhibe el huevo en los supermercados: cero atractivo para el consumidor.
Pero otro de los aspectos importantes fue la competencia que ya se da en Europa, con la megatendencia de otros alimentos proteínicos y el impacto sobre la industria del huevo.
Hay un gran interés en las proteínas vegetales. No porque la gente se quiera hacer vegetariana, sino por variar la dieta. No sólo proteínas que imitan a la carne, sino también leguminosas como las lentejas estilo oriental.
También se mencionaron panes altos en proteína, o granos como la quinua o el amaranto y toda la retahíla de los “granos de la antigüedad” (que por cierto, en América Latina hemos comido siempre). Así que, si el consumidor quiere comer más proteína, no necesita comer más carne o huevos. ¿¡Qué!?
Tenemos el ejemplo de los lácteos. No hace más que quizás unos treinta años sólo había leche fresca y una que otra marca de yogur en el supermercado. Hoy en día hay una gran variedad de leches, yogures, quesos y demás. La industria de lácteos evolucionó con valor agregado, aunque acechan los sustitutos, como la leche de almendras o de soya.
El huevo ofrecido al consumidor casi no ha cambiado. Entonces, ¿nos enfrentaremos a la "uberización" del mercado de consumo de huevo? Supongo que no debemos esperar a tener encima el problema. ¿Ustedes qué piensan?