No dudo que las noticias que aparecen de vez en cuando sobre que los venezolanos se están comiendo a los animales salvajes o los de los zoológicos, tengan algo de leyenda urbana. Pero también cuando el río suena, es que agua lleva. No me sorprendería tampoco que sea verdad que se coman flamencos, palomas y otras aves.
Lo cierto es que todo indica que la escasez en Venezuela es tremenda. Y bien cierto es también que si se comen a los flamencos o a las palomas, es porque la otrora próspera industria avícola venezolana, ya no lo es. No se produce suficiente pollo y huevo, porque no hay dinero para comprar macroingredientes como soya, amén de otros insumos como medicamentos veterinarios, aditivos, etc.
La industria avícola de Venezuela que todavía hace relativamente poco crecía a un ritmo del 8 por ciento al año y que contaba con grandes explotaciones, cayó un 46 por ciento en producción de pollo y 50 por ciento en producción de huevo, de 2015 a 2016, según fuentes de ese país. No obstante, a decir verdad, no se sabe a ciencia cierta cuáles son las cifras correctas.
En nuestro top ten de los productores de pollo latinoamericanos, hasta 2015 había una empresa venezolana: Protinal. En sus buenos tiempos, Protinal se mantenía entre las empresas más grandes de Latinoamérica, peleando su puesto con Bachoco, San Fernando o Tres Arroyos (sin contar a las brasileñas). Hoy en día, de acuerdo nuestras investigaciones, Protinal produce 66 millones de pollos al año, casi tres veces menos que hace cinco años.
Venezuela estaba también dentro de los grandes consumidores, es decir, países que consumían más de 40 kg de pollo por persona al año. Este año pasado, los venezolanos comieron ocho kilogramos menos de pollo que en 2015 (37.32 kg vs. 45.40 kg) y cuatro huevos menos (184.66 vs 188.38 unidades).
Como es de suponerse, esto pone en riesgo lo alcanzado en las últimas décadas. De no implementarse cambios en el corto plazo en todos sentidos, la industria avícola venezolana se seguirá reduciendo. Vaya usted a saber hasta qué niveles. ¿Ustedes qué piensan?