Una combinación de conciencia ambiental, la promesa de cuantiosos ahorros y estímulos tributarios provocan que empresas avícolas latinoamericanas apuesten a generar autónomamente la energía que necesitan para operar.
ArrayEl compromiso mundial de bajar drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero, también toca al negocio avícola. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés), la actividad pecuaria es responsable del 14.5 por ciento de las emisiones globales, y por lo menos ocho puntos de esa cifra proceden de la avicultura, principalmente de la producción de huevos.
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