Por fin se dará cumplimiento al Decreto 1500 que obliga a todas las plantas de sacrificio del país a equiparar sus condiciones sanitarias con estándares internacionales.
Casi nueve años de mora tuvo la entrada en vigor del Decreto 1500 de 2007, expedido por las autoridades sanitarias de Colombia y con el cual se ordenan mejores condiciones sanitarias y la tecnificación de las plantas de sacrificio para bovinos, porcinos y aves, que son las carnes de mayor consumo en este país andino.
Según lo reportó el diario La República, el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Andrés Valencia Pinzón, a raíz de la efectiva entrada en vigencia del decreto a partir de agosto de 2016, expresó que, “Se esperan buenas prácticas y un mercado moderno y formalizado con el que se pueda competir internacionalmente en el mercado de la carne”.
Amplió el rotativo que, “En cuanto a las aves, quedarían abiertas – luego de la aplicación de la mencionada medida – 105 plantas, distribuidas en 57 de gran producción y 48 frigoríficos destinados para el autoconsumo”.
En Colombia, hay 642 plantas de sacrificio animal en estos momentos, de las cuales 315 no pasaron la prueba que planteó el Decreto 1500 al mercado de la carne, una medida que promueve la formalización y el cumplimiento de mínimas condiciones de salubridad.
Con el nuevo panorama que se plantea quedarían 327 beneficiaderos, de los cuales 229 serían para producción nacional y 98 para autoconsumo, que funcionarán en los municipios apartados y de difícil acceso, de acuerdo con la información reportada por el Instituto de Control y Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).
Para expertos consultados por La República, el gobierno se demoró en poner en funcionamiento el decreto y, en algunos casos, puso en riesgo la salud de la población. De acuerdo con Carolina Lorduy, directora de la Cámara de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios, “Colombia estaba en mora de implementar una reglamentación a las plantas de sacrificio animal (…) ya era hora de hacer cumplir las normas por la salud de los colombianos”.
Los aplazamientos presentados desde 2007 fueron fruto del cabildeo de los gremios agropecuarios, principalmente de Federación de Ganaderos de Colombia.