En este país andino, el 95 por ciento de la demanda de esta carne blanca para la presente temporada de fin de año fue abastecida por empresas avícolas ecuatorianas.
“La producción nacional de pavos abastece ahora el 95 por ciento de la demanda, según la Corporación Nacional de Avicultores (Conave). Esto significa que en el corto plazo el país será autosuficiente y pueda cubrir totalmente la demanda interna, lo cual implicaría dejar de importar carne de pavo”, así fue publicado en la última semana de diciembre por el diario ecuatoriano El Comercio.
No obstante, el mismo medio de comunicación recalcó que “aunque la demanda de carne de pavo ha venido creciendo sostenidamente en los últimos años, todavía no alcanza los niveles de la carne de pollo. Actualmente, cada ecuatoriano consume, en promedio, 32 kg anuales de carne de pollo, según datos de Conave, mientras que de pavo son 0.7 kilos por habitante”.
Pronaca es la firma avícola ecuatoriana líder en este mercado y principal productora de pavo en la nación suramericana, responsable de buena parte de las 10,600 toneladas anuales de carne de pavo ecuatoriana; un 90 por ciento de esta producción se comercializa durante el último trimestre del año. “Los mercados de mayor demanda se concentran en Quito y Guayaquil, que representan el 75 por ciento de sus ventas. Las ventas se reactivan a pocos días de la Navidad”, explicó El Comercio.
Voceros de la comercializadora minorista Corporación Fernández, una de las mayores del país, comentaron que en sus supermercados “proyectan vender alrededor de 2,800 pavos en fin de año, una cifra similar a la del año pasado, cuando tuvimos que realizar una importación de pavos para cumplir los pedidos, ya que los stocks se agotaron antes de que culminara el año”.
El creciente y estacional consumo de carne de pavo en Ecuador ha propiciado el florecimiento de servicios complementarios como la preparación y horneo de estas aves. “Con hueso o sin hueso, el servicio cuesta desde 27.5 dólares por kilo”, señaló el informe, que agregó “cada vez más trabajadores destinan una parte de su gratificación de fin de año a la compra del pavo”.