El modelo de compartimentación propuesto por Chile a la Organización Mundial de Salud Animal involucra a un servicio sanitario chileno y a una sola empresa, facilitando la fiscalización.
El sistema de compartimentación que se está implementando en Chile a través del soporte de la Organización Mundial de Salud Animal, facultaría a que una empresa continúe exportando, aunque se presenten en algunos de sus planteles brotes de enfermedades como la influenza aviar.
Después de la experiencia del año 2003 tras el brote de influenza aviar H5N1 que devastó a Tailandia, los productores avícolas a nivel mundial buscaron alternativas para que, en caso de una epidemia de este tipo, no se viera afectada toda una industria. Es así como se desarrolló el sistema de compartimentación, una herramienta donde los planteles se dividen como un rompecabezas en lotes aislados por cercos, distancia y rigurosos parámetros de bioseguridad, los cuales son fiscalizados por la autoridad sanitaria pertinente.
Si este sistema hubiera existido en la época en que la influenza aviar arruinaba a las empresas avícolas, los planteles compartimentados habrían podido seguir exportando, se habrían evitado la baja confianza de los consumidores, así como el perjuicio comercial y la imagen del país aquejado.
El presidente de la Comisión del Código Terrestre de la Organización Mundial de Salud Animal, OIE, Sr. Alejandro Thiermann, explicó “Es una herramienta que permite facilitar el comercio internacional y minimizar los riesgos de salud animal y pública”.
Hace dos años atrás, la Organización Mundial de Salud Animal dio inicio a un concurso invitando a los países a participar por fondos para impulsar la herramienta de la compartimentación, bajo su fiscalización y apoyo técnico, postularon dos países: Tailandia y Brasil.
En el momento en que la postulación de Tailandia y Brasil estaba en marcha, Chile presentó una propuesta.
En ese momento, el plan de Chile era implementar el sistema de compartimentación en un proyecto cooperativo entre el Servicio Agrícola Ganadero y la empresa Agrosuper, en una iniciativa de crianza y procesamiento de porcinos que reimpulsarían en la zona de Huasco, en Atacama (la iniciativa estuvo cuatro años detenida por problemas de concesiones), y donde se incorporarían todas las exigencias requeridas para un plantel compartimentado.
El Sr. Alejandro Thiermann sostiene “La compartimentación se aplica casi exclusivamente a aves y porcinos, pero también en rubros como el de bovinos, en enfermedades transmisibles como la tuberculosis o brucelosis” (Revista del Campo).
De esta manera, el modelo que presentó Chile, que involucra a un servicio sanitario chileno y a una sola empresa, resultaba más fácil de fiscalizar que el propuesto por los otros países que consideraba a varias compañías, por lo que este país pasó adelante de sus pares de Tailandia y Brasil, los cuales todavía no tienen el vamos de la Organización Mundial de Salud Animal para ejecutar el proyecto.